CARTAGENA DE INDIAS.- El aspirante presidencial estadounidense John McCain recibirá tratamiento de jefe de Estado durante su visita a Colombia, con un despliegue de seguridad que incluye 4.000 efectivos apoyados por fragatas, helicópteros y vehículos blindados, dijo el martes un alto oficial.
El senador de Arizona llegará a este balneario del Caribe colombiano para expresar su apoyo al libre comercio, la lucha contra el narcotráfico y el combate a la guerrilla izquierdista que lidera el presidente Álvaro Uribe en momentos en que gobernantes de izquierda ganan protagonismo en América Latina.
"Básicamente va a tener un tratamiento de jefe de Estado, como el que se le da al señor presidente. Tenemos todo previsto para que no haya ningún incidente", dijo a Reuters el almirante Roberto García, comandante de la Fuerza Naval del Caribe.
McCain se reunirá con Uribe y otros funcionarios del Gobierno colombiano y sostendrá encuentros con empresarios y autoridades locales antes de partir el miércoles hacia México.
García reveló que todo el dispositivo está supervisado por el Servicio Secreto de Estados Unidos y que el plan incluye tres anillos de seguridad que involucran a la Central de Inteligencia, la Policía y la Armada, con el patrullaje de aviones, helicópteros, fragatas y detectores de explosivos.
El oficial afirmó que el dispositivo de seguridad busca minimizar cualquier riesgo y garantizar la seguridad del aspirante presidencial durante su permanencia en Colombia.
Después de las visitas a Cartagena del ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, en el 2000, y del actual mandatario George W. Bush, en el 2004, autoridades colombianas informaron que habían develado planes de la guerrilla de las FARC para atentar contra los políticos.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) combaten en un conflicto interno de más de cuatro décadas que cobra miles de vidas y son consideradas una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
El Gobierno de Bogotá las acusa de obtener millonarios ingresos de la producción y el tráfico de cocaína.
García recordó que las FARC no tienen la misma capacidad militar de los últimos años como consecuencia de la muerte en operaciones militares de varios de sus líderes, a lo que se suma la deserción de más de 9.000 de sus combatientes desde que Uribe asumió el poder en el 2002.
"Está todo listo para que el único riesgo sea quererse quedar", afirmó el comandante militar.