MANILA.- Tres civiles fallecieron y otros 11 resultaron heridos por el estallido de una granada colocada por presuntos rebeldes comunistas del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) en el sur de Filipinas, informaron hoy fuentes policiales.
El atentado ocurrió en la madrugada de ayer en la región de Compostela Valley, unos 950 kilómetros al sur de la capital, donde un grupo de encapuchados lanzó el artefacto hacia una concurrida panadería, según el jefe de la Policía local, superintendente Ronald de la Rosa.
Un agente abrió fuego contra los atacantes y logró herir a uno de ellos antes de que todos huyeran a bordo de motocicletas.
De la Rosa aseguró que los primeros datos indican que estos insurgentes pertenecen al mismo comando que asaltó la semana pasada dos puestos de control militares en esta zona de la provincia de Davao del Norte, de masiva presencia de guerrilleros.
El NEP, brazo armado del ilegal Partido Comunista de Filipinas, agrupa entre 5.700 y 7.200 combatientes regulares y lleva desde 1969 alzado en armas contra el Gobierno en un conflicto que causa muertes casi a diario.
Pese a las últimas reuniones secretas en Noruega, los rebeldes se resisten a aceptar el alto el fuego que se les exige para reanudar el proceso encaminado a lograr un acuerdo de paz duradero, que ponga fin a casi cuatro décadas de guerra en las zonas más pobres del archipiélago.