ULAN BATOR.- Los soldados comenzaron hoy a retirarse de las calles de la capital de Mongolia antes de que se levante el estado de emergencia que fue declarado después de los disturbios que se desataron debido a un supuesto fraude electoral.
No había señales de la tensión que reinaba hace sólo unos días en la capital, Ulan Bator, cuando turbas incendiaron la sede central del partido gobernante en una noche de violencia en la que murieron cinco personas y que llevó al Presidente a declarar estado de emergencia por primera vez en la historia de Mongolia.
Unos pocos turistas regresaron este sábado, cuando dos buses pararon en la plaza central de la ciudad para tomar algunas fotografías. Los soldados vigilaban las calles caminando con tranquilidad, fumando cigarrillos y conversando entre ellos.
Pero a puertas cerradas, el opositor Partido Democrático aún presionaba por una repetición de la elección del domingo pasado en algunas zonas.
Sus demandas podrían significar más inestabilidad en la nación del centro de Asia después de cuatro años de un gobierno que ha socavado el crecimiento económico y que retrasó acuerdos mineros que eran considerados claves para sacar al país de la pobreza.
La atmósfera relajada en Ulan Bator provocó algo de confusión sobre si el estado de emergencia aún seguía en vigor, pero el Gobierno dijo que lo haría respetar hasta esta noche (15:30 GMT), exactamente cuatro días después de que fue declarado.
"El estado de emergencia será levantado esta noche", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Sanjaasuren Oyun. "Cualquier otra interpretación es un error", agregó.
Funcionarios mongoles señalaron anteriormente que el estado de emergencia no sería extendido.
La Comisión Electoral General dijo que el resultado oficial de la votación no se conocería al menos hasta el lunes. Un recuento inicial mostró que el gobernante Partido Popular Revolucionario Mongol ganó 47 de los 76 escaños del Gran Hural, o Parlamento, mientras que el Partido Democrático consiguió 26 y el resto se dividió entre agrupaciones menores.
El Partido Democrático realizó acusaciones de fraude y ha exigido que se repita la votación en otros distritos. Se espera que sus líderes planteen sus demandas de manera formal el martes.
Observadores internacionales dicen que la elección, en un país que es visto como un raro ejemplo de democracia en Asia Central, fue en gran parte libre y justa, aún cuando hubo algo de confusión sobre un nuevo sistema de distritos.