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Santiago: Domingo 14 de diciembre del 2025 | Actualizado 22:01
RIYADH.- Una corte de apelaciones en Arabia Saudita revisará el caso de un profesor de bioquímica y su estudiante, una mujer, sentenciados a cárcel y latigazos, luego de que un tribunal resolviera que el contacto que tuvieron ambos, por una investigación que realizaban, derivó en un affair telefónico.
En noviembre pasado, el hombre fue sentenciado a ocho meses de prisión y 600 latigazos, y la mujer a cuatro meses de cárcel y 350 latigazos, por establecer una relación telefónica que generó el divorcio de ella.
Amnistía Internacional indicó que considerará a ambos como prisioneros de conciencia en caso de que los veredictos se concreten, asegurando que "los cargos (...) no corresponden a ofensas criminales reconocidas", en un comunicado de abril pasado.
Grupos de derechos humanos y algunos reformistas saudíes han criticado lo que sostienen es un sistema judicial arbitrario, que no cumple las necesidades de un país con una población de 25 millones de personas.
Los jueces expertos en religión aplican una austera versión de la sharia, la ley islámica, generalmente llamada Wahhabismo, y el Gobierno señala que el sistema asegura justicia tanto para musulmanes como para no musulmanes, agregando que se encuentra en proceso de revisar la organización de cortes y establecer un código penal formal.
El hospital en al-Baha, en el cual el hombre trabajaba, lo puso a cargo de la investigación que la estudiante realizaba en la Universidad Rey Abdul-Aziz, en Jeddah, en 2002.
La mujer obtuvo el divorcio siete meses después de casarse, en 2004, y fue entonces que su esposo presentó una demanda judicial, argumentando que los llamados telefónicos del supervisor generaron el quiebre en la relación.
El supervisor, quien pidió ser identificado como Khalid, de 32 años, dijo que tras 12 meses de juicio se les negó a él y a la mujer el permiso para utilizar abogados o testigos para testificar.
La mujer fue representada en la corte por su padre, ya que las reglas de Wahhabi exigen un apoderado masculino.
