JERUSALÉN.- El Primer Ministro israelí Ehud Olmert, implicado en un caso de corrupción, tuvo que responder hoy a los investigadores de la policía en un tercer interrogatorio, aparentemente muy severo.
Los policías llegaron discretamente a la residencia de Olmert en Jerusalén poco antes de las 10:00 locales y salieron con la misma discreción más de dos horas después.
El interrogatorio, el más largo al que se ha visto sometido, es el tercero desde el 2 de mayo a propósito de este caso, que ha dañado considerablemente su imagen y ha forzado a su partido Kadima a organizar elecciones primarias en septiembre.
Formalmente, el Primer Ministro es sospechoso de "fraude" y de "abuso de confianza", así como de irregularidades en la financiación de campañas electorales.
Pero según la prensa, también es sospechoso de corrupción, tras unos nuevos indicios recabados en Estados Unidos según los cuales habría utilizado sus influencias, antes de convertirse en primer ministro en enero de 2006, para favorecer los negocios de un donante estadounidense.
Olmert se ha defendido explicando que el dinero recibido había servido únicamente para financiar campañas electorales, y aseguró que no se había quedado ni siquiera con "un céntimo", lo que según él no debería obligarlo a la dimisión.
En los interrogatorios anteriores, Olmert intentó convencer a la policía de que las sumas recibidas antes de su nombramiento como primer ministro en 2006 no eran sobornos, según la radio pública.
Olmert se refería a los más de 100.000 dólares que le habría entregado en efectivo Morris Talansky, un empresario judío estadounidense, que el 27 de mayo hizo ante la justicia una declaración muy desfavorable para Olmert.
Talansky afirmó ante un tribunal de Jerusalén haber entregado miles de dólares a Olmert dentro de sobres, para financiar sus ambiciones políticas y colmar su propensión a los productos de lujo.
Olmert habría percibido esas sumas a lo largo de quince años, cuando era alcalde de Jerusalén y luego ministro de Industria y Comercio.
Talansky será sometido a un contrainterrogatorio a cargo de los abogados de Olmert a partir del 17 de julio.
Según un alto responsable judicial, citado por el rotativo Maariv, "no hay dudas de que se levantará un acta de acusación".
El pasado jueves, Kadima decidió organizar elecciones primarias a mitad de septiembre para designar al sucesor de Ehud Olmert, quien actualmente dirige la formación y no descarta presentarse para seguir al frente de la misma.
Entre los candidatos potenciales para tomar las riendas del partido centrista, Tzipi Livni, actual ministra de Relaciones Exteriores, se presenta como la favorita para suceder a Olmert, según sondeos realizados entre los electores del partido.