BUENOS AIRES.- Los dirigentes rurales argentinos dijeron hoy que el prolongado enfrentamiento que mantienen con el Gobierno por un tributo a las exportaciones agrícolas no está resuelto, pese a que el Congreso rechazó en la madrugada el polémico proyecto oficial.
Tras cuatro meses de huelgas, bloqueos de rutas y masivas manifestaciones del sector contra el proyecto, el Senado rechazó esta madrugada el nuevo esquema impositivo con la ayuda del vicepresidente del país -también presidente de la Cámara-, Julio Cobos, cuyo voto negativo desató una crisis política.
Pese a que el proyecto que grava principalmente a la soja, el cultivo más importante de Argentina, fue dado de baja en el Congreso, la resolución del Gobierno que elevó los tributos en marzo aún está vigente y es una incógnita si será derogada o no.
"El conflicto no está resuelto todavía. Hay que seguir en el reclamo", dijo a la televisión argentina Alfredo De Angeli, el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) de la provincia de Entre Ríos.
El ex presidente y actual titular del partido peronista gobernante, Néstor Kirchner, dijo el martes que el Gobierno de su esposa, Cristina Fernández, respetará la decisión del Congreso, aunque aún no hubo señales luego de la votación.
Se prevé que los productores recurran en masa a la justicia si el Gobierno no deroga la controvertida medida aún vigente, que muchos especialistas consideran inconstitucional porque argumentan que las modificaciones impositivas son una atribución del Congreso.
La presidenta Fernández, que asumió el cargo hace sólo siete meses, había enviado en junio el esquema impositivo al Parlamento en busca de respaldo institucional, mientras veía derrumbarse su imagen positiva por la crisis.
La derrota en el Senado se convirtió ahora en un duro golpe para el Gobierno, pero los dirigentes rurales se mostraron moderados tras la votación.
"Esto no es triunfo ni derrota. No hay que medirlo en estos términos", expresó Eduardo Buzzi, el presidente de FAA.
El prolongado conflicto ya afectó la marcha de la economía local e impulsó los precios internacionales de los granos, ya que Argentina es uno de los principales proveedores mundiales de alimentos.
La soja caía el jueves en la plaza estadounidense de Chicago, luego del rechazo del proyecto en el Senado argentino, según los operadores.
La protesta de los chacareros logró reunir por primera vez en muchos años a las cuatro grandes asociaciones rurales del país, pero De Angeli puso en duda el futuro de esa unidad luego de la votación de los legisladores.
"Va a ser muy difícil seguir juntos porque hay diferencias filosóficas. Esperemos que sean diferencias para construir un país mejor", añadió el carismático dirigente.