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Santiago: Domingo 14 de diciembre del 2025 | Actualizado 21:40
BOGOTÁ.- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció el viernes que no emprenderá acciones contra Colombia y mantendrá su misión humanitaria en el país pese a que un oficial del Ejército usó indebidamente su emblema en el rescate de 15 rehenes, entre ellos Ingrid Betancourt.
El portavoz del CICR en Colombia, Ives Heller, dijo que la organización humanitaria no emprenderá acciones legales contra Colombia y destacó el hecho de que el Presidente Álvaro Uribe haya admitido el error y presentado las excusas correspondientes.
El uso del emblema del CICR está regido por el Derecho Internacional Humanitario y su utilización para engañar a una de las partes involucradas en un conflicto es considerado como un delito de guerra, de acuerdo con expertos.
"El CICR es una organización humanitaria y no es la función nuestra el sancionar. El CICR está preocupado por el impacto de la percepción que eso puede tener para nosotros, es importante que haya un respeto para el emblema de la Cruz Roja", declaró Heller.
"Vamos a seguir trabajando, tomando todas las precauciones necesarias en el terreno, pero vamos a trabajar en favor de las víctimas del conflicto armado", agregó. Durante el rescate del 2 de julio, un grupo de militares engañó a los guerrilleros encargados de vigilar a los secuestrados haciéndose pasar por miembros de una falsa organización humanitaria que iba a transportar en un helicóptero a los rehenes de un punto a otro de la selva.
Una vez en la aeronave, el comando militar integrado por nueve oficiales redujo a los dos guerrilleros que supervisaban el traslado sin necesidad de abrir fuego.
En la audaz operación militar fueron liberados Betancourt, tres estadounidenses y 11 efectivos del Ejército y de la Policía que por años estuvieron secuestrados en la selva por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Pero uno de los oficiales que participó en el rescate admitió que usó un emblema de la Cruz Roja para proteger su vida después de que sintió miedo al verse rodeado por decenas de guerrilleros armados.
El CICR tiene 10 oficinas en Colombia y 55 delegados, muchos de ellos en zonas afectadas por el violento conflicto que azota al país desde hace más de cuatro décadas y que cobra miles de vidas al año.
