PARIS.- Un hombre de 68 años se casó hoy con su pareja fallecida en 2004, en el pueblo del sur francés Lamontelarie, para cumplir su promesa y gracias al consentimiento de la legislación nacional que en casos excepcionales permite el matrimonio póstumo.
Para que se pudiera celebrar, el matrimonio tuvo que ser autorizado por un decreto presidencial que firmó Nicolas Sarkozy, previa aprobación del Primer Ministro tras confirmar que la pareja, antes de la muerte de la mujer, ya había realizado los trámites que demuestran pleno consentimiento.
El pintor Jean-Louis Ronzier y Martine Cazenave, bailarina, eran novios desde hace dos décadas y esperaban la jubilación para casarse. Debido a una enfermedad, la mujer falleció dos meses antes de la fecha fijada para el matrimonio.
"Había prometido casarme con ella y quise mantener mi palabra. Veinte años de vida juntos no se olvida. Sigo hablándole y contándole lo que hago", dijo el pintor antes de la ceremonia, que incluyó a unos cincuenta familiares y amigos del hombre y la mujer.
Ronzier llegó a la municipalidad de Lamontelarie con el sombrero que planeaba llevar su compañera en la ceremonia, y lo posó sobre la silla donde ella se hubiera sentado para celebrar las nupcias.