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Santiago: Lunes 15 de diciembre del 2025 | Actualizado 08:02
YAKARTA.- El tribunal anticorrupción indonesio condenó hoy a cinco años de cárcel a una empresaria local que sobornó a un fiscal con 660.000 dólares (423.100 euros) para que sobreseyese un sonado proceso judicial de malversación de fondos.
Los jueces hallaron culpable a Artalyta Suryani y accedieron a la petición de sentencia de la fiscalía, además de ordenar a la condenada a pagar una multa de 250 millones de rupias indonesias, unos 27.100 dólares ó 17.300 euros.
El tribunal consideró probado que la empresaria pagó al fiscal Tri Gunawan para que abandonase un caso abierto contra Syamsul Nursalim, uno de los hombres más ricos de Indonesia, acusado a su vez de malversación de fondos.
Tri Gunawan, al que se juzga por separado por un presunto delito de aceptación de sobornos, era el responsable de una investigación judicial sobre Syamsul Nursalim.
Este millonario indonesio estaba acusado de haber desviado los fondos un préstamo de emergencia de 3.000 millones de dólares concedido por la autoridad monetaria central a una entidad bancaria de su propiedad durante la crisis financiera asiática de 1998.
De ser declarado culpable, Gunawan se enfrenta a una condena máxima de cadena perpetua.
La investigación judicial de este caso se inició en marzo, cuando el fiscal fue detenido en posesión de una gran cantidad de dinero tras reunirse con Artalyta Suryani, amiga de la poderosa familia de Nursalim.
Sólo una semana antes, Tri Gunawan había decidido oficialmente sobreseer el caso contra el banquero indonesio.
Los dos acusados han negado todos los cargos que se les imputan y señalan que el dinero incautado procedía de un negocio entre ambos.
Indonesia es uno de los países más corruptos del mundo, según la organización Transparency International, que denuncia que estas prácticas florecieron de manera particular durante la dictadura del general Suharto (1966-1998).
