LIMA.- El Presidente peruano, Alan García, decretó duelo nacional para el próximo viernes 15 de agosto, cuando se cumplirá el primer aniversario del terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que dejó 595 muertos, 300 desaparecidos y unos 300.000 damnificados en la región costera de Ica.
"El 15 es una fecha que hay que recordar, hemos dispuesto hacer del 15 un día de duelo nacional en memoria y homenaje a los cientos de personas que perdieron la vida en ese terrible sismo", dijo García tras inspeccionar obras de reconstrucción en la ciudad de Pisco.
Ese mismo día organizaciones civiles y damnificados realizarán marchas de protesta para exigir al gobierno mayor atención y celeridad en las obras de reconstrucción.
Las protestas abarcarán las ciudades de Pisco -epicentro del sismo y la más afectada-, Ica y Chincha, ubicadas en el departamento de Ica, a unos 300 kilómetros al sur de Lima.
En Pisco quedó destruido el 90% de las casas, colegios, hospitales y dependencias públicas, que estaban construidas en adobe.
En su visita a esa ciudad, el Mandatario manifestó que se han invertido hasta el momento 1.123 millones de nuevos soles (unos 387 millones de dólares) en la reconstrucción de la zona siniestrada.
"Estoy convencido que dentro de 5 a 6 meses podremos tener ya un cúmulo de obras importantes por un total de 1.600 millones de nuevos soles (unos 551 millones de dólares), en el aspecto educativo, el aspecto de los hospitales y otros", declaró García.
Por su parte, Teódulo Hernández, líder del Comité de Lucha Civil de Pisco, dijo a la agencia AFP que "el viernes será un día de dolor y de protesta porque no podemos seguir soportando la desatención del gobierno y de las autoridades locales".
Pobladores de las tres ciudades han expresado reiteradamente sus críticas por la lentitud de la reconstrucción y han señalado que un año después de la tragedia numerosas familias continúan viviendo con muchas restricciones en carpas.
Sobre el malestar en los pueblos afectados, el mandatario refirió que el Estado ha hecho todo lo que está a su alcance para avanzar en la reconstrucción, por lo que consideró "injusto" que se diga que no se ha hecho nada. "Claro que no estoy satisfecho, Pisco quedó en el suelo y reconstruir una ciudad es difícil", subrayó.
