TIFLIS.- El mundo seguía esperando este lunes pruebas de la retirada de las fuerzas rusas de Georgia, que Moscú dijo haber iniciado, mientras que Tiflis denunciaba que sus tropas seguían avanzando en su territorio.
Rusia "viola seriamente" el acuerdo de cese el fuego al no retirarse de Georgia y destruir las infraestructuras georgianas, declaró el lunes el ministerio georgiano de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"La situación no ha cambiado. No vemos ninguna retirada", dijo el secretario del Consejo de Seguridad georgiano, Alexander Lomaia.
Tanques rusos forzaron el lunes por la tarde un retén de la policía georgiana en Igoieti, a 30 kilómetros de Tiflis.
"Los tanques rusos destruyeron los coches de la policía georgiana cuando los agentes de policía georgianos les preguntaron qué hacían tan lejos de la zona de conflicto", dijo el portavoz del ministerio de Interior georgiano, Shota Utiashvili.
El Estado Mayor ruso afirmó poco antes que, siguiendo la promesa del presidente Dimitri Medvedev y el acuerdo de alto el fuego, las tropas rusas habían empezado este lunes a retirarse de territorio georgiano.
En visita este lunes en Vladikavkaz, en el sur de Rusia y muy cerca de Osetia del Sur, Medvedev dijo que el "crimen" de los "monstruos políticos" de Tiflis "no debía quedar impune", refiriéndose a su ataque destinado a retomar el control del territorio separatista.
El Ministerio del Interior georgiano acusó a Rusia de profundizar su avance, enviando blindados a Jachuri y Sachkere, y tomando posición en una tercera localidad, Borjomi.
Sachkere, ubicada en el centro de Georgia, está a unos 50 kilómetros al norte de Jashuri; Borjomi está a unos 25 km al sudoeste de esta ciudad.
Las tropas rusas no parecían preparar su retirada, y los periodistas de la AFP constataron que seguían en sus posiciones o incluso avanzaban en territorio georgiano