Se trata de un cálculo "conservador", explicó el vicepresidente del Tribunal Regional Electoral de Río, Alberto Motta Moraes, en una entrevista con el diario O Globo.
"El Tribunal es un lugar de pasiones. Las elecciones municipales son las más peligrosas porque son locales, profundamente personales", justificó Moraes.
La violencia en Río llevó a la máxima autoridad electoral del país a pedir la ayuda del Ejército para evitar que las bandas de paramilitares y narcotraficantes extorsionen a los ciudadanos que viven en las favelas que controlan y los obliguen a votar por determinados candidatos afines a ellos.
Según las denuncias recibidas por las autoridades, los grupos armados que imponen su ley en las favelas están patrocinando a candidatos a concejales y están imponiendo a los ciudadanos que voten por ellos, bajo amenaza de muerte.