CIUDAD DE PANAMÁ.- El viceministro de Gobierno y Justicia de Panamá, Severino Mejía, desestimó un informe hasta ayer desconocido en el que un piloto advirtió del riesgo de utilizar el helicóptero de la policía que se accidentó en mayo pasado y que causó la muerte de 11 personas, entre ellas seis chilenos.
En declaraciones que publica hoy el diario local La Prensa, que el lunes publicó el informe del mayor Alexis Camarena, actual piloto del helicóptero del presidente de Panamá, Martín Torrijos, Mejía asegura que el documento no guarda relación con la tragedia del pasado 29 de mayo, donde murió el director de Carabineros de Chile, general José Alejandro Bernales.
"Esa es una apreciación de un piloto activo del Servicio Aéreo Nacional (SAN). No debemos buscar una relación de causalidad con el hecho que ocurrió y lo que se pudo haber emitido en su momento,” subrayó Mejía.
El viceministro panameño indicó que "hay que tener presente que el (helicóptero accidentado) SAN-100 era un helicóptero viejo, lo cual nunca se ocultó".
Agregó que “las investigaciones que se hicieron contemplan que era un aparato que tenía más de 30 años, pero que por los protocolos y obligaciones que tiene el Servicio Aéreo Nacional y los procedimientos normales de aeronáutica civil era sometido constantemente a mantenimiento".
En su informe, el mayor Camarena alertó de los riesgos de utilizar el helicóptero, conocido como "el viejo", tras sufrir una avería en febrero de 2007, cuando transportaba a una delegación de la Embajada de Japón en Panamá.
La recomendación de Camarena, "como piloto de experiencia", fue "que no se utilice este helicóptero para reservas V.I.P. y mucho menos para reservar presidenciales, por su antigüedad".
El piloto, que reconoce "el excelente trabajo" del equipo de mantenimiento, describe las incidencias del vuelo de febrero de 2007 en un "informe de novedad" que relata irregularidades con el "cíclico" mando de dirección del helicóptero, que estuvo al servicio del general Omar Torrijos, padre del actual gobernante, muerto en 1981.
Reacción del jefe del Servicio Aéreo Nacional
Consultado por el diario La Prensa, el actual jefe del SAN, Rigoberto Gordón, aseguró no conocer el documento, dirigido al comandante de Grupo Carlos Greco, director de Operaciones, y agregó que ni siquiera está incluido en la investigación judicial abierta por el accidente fatal de mayo.
El 29 de mayo pasado el helicóptero se precipitó a tierra en una zona comercial de la capital panameña y se cobró la vida de 11 de sus 12 pasajeros, entre ellos el director de Carabineros de Chile, general José Alejandro Bernales; su esposa, Teresa Bianchini; el comandante Óscar Tapia y su esposa, Carolina Reyes Cruz; el comandante Ricardo Orozco Ugalde y el capitán Mauricio Fuenzalida, todos ellos chilenos.
El informe preliminar sobre el accidente, presentado el 30 de julio a las autoridades chilenas, precisa que la causa probable del siniestro del helicóptero fue "el manejo inadecuado" del piloto "de los procedimientos de emergencias por la falla del motor No.1".
Según los datos investigados “la aeronave tenía la capacidad de poder volar con un solo motor".
Esta información fue revelada en una rueda de prensa el pasado 31 de julio por el director de la Autoridad de Aeronáutica Civil (AAC), Eustacio Fábrega, quien dijo que el documento oficial final se dará a conocer una vez que la compañía fabricante de los motores envíe su informe técnico.
La investigación preliminar se desarrolló con participación de expertos en investigación de accidentes de Chile, "en calidad de representantes acreditados" y siguiendo "los procedimientos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)", precisó Fábrega.
En el siniestro murieron también los oficiales panameños Juan Delgado, quien pilotaba la aeronave, la comisionada de la Policía Nacional (PN) María Angélica González de Celis, el comisionado Gerardo Polanco, el capitán Calixto Cedeño y el sargento de aviación Reynaldo Cerna, que hacía parte de la tripulación.
El único superviviente fue el copiloto, el panameño Ernaldo Carrasco.