MEXICO.- Ante una creciente indignación de la opinión pública por la delincuencia que este año ha ido en aumento a causa de la lucha contra el narcotráfico, el presidente Felipe Calderón prometió el domingo adoptar varias propuestas de grupos cívicos que encabezaron a más de 100.000 mexicanos en marchas contra los secuestros y homicidios.
El presidente reconoció que los mexicanos están desesperados por ver resultados dos años después de que él asumió el puesto e inició una agresiva campaña contra los narcotraficantes y otros grupos criminales.
"El gobierno comparte precisamente las exigencias y la indignación de la gente, sabemos que el mayor problema de México es la inseguridad pública", afirmó Calderón tras reunirse con 14 líderes de grupos cívicos que encabezaron las protestas a la luz de las velas el sábado por la noche en la capital, algunas ciudades del país y otras otros países.
Los homicidios y los secuestros se han incrementado a pesar del emplazamiento de más de 25.000 soldados y policías federales a sitios especialmente aquejados por la delincuencia en todo México, y el arresto de varios capos del narcotráfico.
Horas antes de la marcha del sábado fueron halladas las cabezas decapitadas de dos mujeres cerca de las oficinas de la Procuraduría General de Justicia en la ciudad de Durango, en el noroeste del país, según reportes de medios locales. No se especificó un móvil, pero últimamente los narcotraficantes en México decapitan a sus rivales.
Entre otras propuestas, Calderón dijo que accedió a crear un panel de ciudanos que dé seguimiento a los avances del gobierno para prevenir y combatir el delito.
Calderón ofreció pocos detalles sobre el así llamado Instituto Ciudadano de Prevención Social del Delito, pero algunos integrantes de los 14 grupos cívicos le dijeron a los reporteros que el presidente prometió presentar propuestas concretas en un mes.
Otra idea fue crear un mapa que muestre las zonas más peligrosas de México, dijo Marco Antonio Hernández Murrieta, uno de los líderes cívicos.
Como la mayoría de los delitos no son reportados a las autoridades en México porque los ciudadanos desconfían de la policía, el mapa no estará basado únicamente en los registros policiales, en lugar de ello, cualquier mexicano que haya sido víctima de un delito será invitado a compartir su experiencia, haya presentado o no un reporte formal ante la policía.
"Vamos a seguir exigiendo: ¿Qué pasa? Todos los que nos estén escuchando tienen que seguir presionando", dijo Laura Elena Herrejón, del grupo cívico Pro-Vecino.
Calderón dijo que ya había incluido muchas de las otras ideas en un acuerdo de 74 puntos contra la delincuencia elaborado el mes pasado durante una reunión de seguridad nacional con gobernadores y alcaldes.
Estos puntos incluyen planes para un mejor reclutamiento de policías y sistemas de supervisión, así como el equipar a la policía con armas automáticas más poderosas.
Incluso cuando se comprometió a efectuar acciones agresivas para frenar a los delincuentes, Calderón advirtió que erradicar a los narcotraficantes y limpiar a la policía mexicana requerirá una larga lucha.
"El incremento en la violencia es consecuencia de una descomposición gradual y creciente de instituciones públicas y gubernamentales", afirmó el mandatario, quien reconoció que en muchos lugares las autoridades han sido rebasadas por la delincuencia y el crimen.
Más de 100.000 mexicanos vestidos en su mayoría con prendas blancas marcharon en diversas ciudades del país el sábado en la noche, en una muestra de indignación por el aumento excesivo de los crímenes.
Muchos de los que participaron portaban las fotografías de sus seres queridos, asesinados o secuestrados.
Un mar de personas vestidas de blanco, quienes coreaban "¡Ya basta!" entre otras consignas, llenó el tramo de cuatro kilómetros entre el Monumento a la Independencia (conocido como "El Ángel de la Independencia"), y la plaza principal de la Ciudad de México ("Zócalo").
Hay un promedio de 65 secuestros diarios, un aumento del 9,1% con relación al año pasado. Y muchos más no son denunciados pues las víctimas temen la participación policial.
