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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 01:52
EL CAIRO.- A 30 muertos y 35 heridos se elevan los afectados por el desprendimiento de una enorme roca de 30 metros de altura sobre más de 30 casas del barrio de El Doweiqa, en un suburbio del este de la capital egipcia El Cairo conocido como Manshiet Nasser, confirmaron fuentes oficiales.
Sin embargo, se espera que la cifra de muertos siga aumentando pues testigos indicaron que casi 500 personas siguen atrapadas bajo los escombros. La roca cayó mientras la genta dormía, poco antes del amanecer.
Las fuerzas de seguridad y los bomberos se dirigieron al barrio, donde 1,3 millones de personas viven en condiciones infrahumanas bajo una enorme e inestable parte rocosa de la colina Al Moqattam.
Algunas de las personas que quedaron atrapadas lograron establecer contacto mediante teléfono celular, pero los esfuerzos de rescate están siendo lentos debido al difícil acceso al lugar por la estrechez de las calles y la escarpada topografía del área, informaron testigos.
"Este es un enorme desastre", dijo un cooperante local a dpa. Las rocas que cayeron "no eran pequeñas, cada una podía pesar de 50 a 100 toneladas", contó. "Todos estamos intentando movilizar recursos porque hay aún muchos atrapados (...) y rezamos por poder sacar a la mayor cantidad de gente posible de los escombros", agregó.
El Presidente egipcio, Hosni Mubarak, convocó una reunión de emergencia de su gabiente para enfrentar el desastre. El primer ministro, Ahemd Nazif, aseguró hoy que se están empleando todos los esfuerzos para sacar a los muertos y heridos de los escombros.
Además, advirtió del peligro de construir asentamientos informales en esas áreas peligrosas. En 2007 el gobierno comenzó un programa para elevar el desarrollo en el lugar.
En el área de Moqattan la mayoría de los 1,3 millones de habitantes viven en la extrema pobreza con infraestructuras y servicios mínimos. El desarrollo urbano se produce allí de forma informal, acogiendo sobre todo a la población rural que llega.
Los habitantes del lugar dijeron a Al Yazira que interpusieron numerosas quejas en el pasado por las caídas de rocas que destruían paredes de sus primitivas casas. Un accidente similar mató en 1994 a 30 personas.
Un primer informe señalaba como posible causa del desprendimiento el filtrado de aguas residuales en la caliza, vertidas por los residentes que viven a un nivel más alto de la ciudad.
