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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 22:57
JERUSALÉN.- El cuerpo de buzos de la Policía israelí halló hoy en un río de Tel Aviv una maleta roja en la que se cree están los restos de la niña Rose Pizem, de cuatro años, cuya desaparición en mayo pasado conmocionó al país.
La maleta, de color rojo, coincide con la descripción que dio Ronny Ron, abuelo de Rose y actual pareja de la madre de la menor, sobre aquélla en la que había metido el cuerpo de la pequeña tras asesinarla y después arrojado al río Yarkon, en Tel Aviv.
Aunque quedan por realizar los análisis forenses, la Policía ha informado del hallazgo de huesos en la maleta.
Fuerzas de seguridad y voluntarios peinaban desde hacía semanas la zona de la ciudad de Netania, decenas de kilómetros más al norte, así como en el río, en busca del cuerpo de la niña, de origen francés.
Su abuelo Ronny Ron, un taxista en el paro de 45 años, confesó inicialmente el asesinato, aunque el pasado martes se desdijo para asegurar que le habían forzado a autoinculparse.
Su abogado defendió inicialmente que Ron mató a la pequeña en un ataque de furia tras una discusión con su madre, Vivien Yaakov, que le reprochó que le dejase a cargo de la menor durante largas temporadas.
El jefe nacional de Policía israelí, Dudi Cohen, aseguró hoy que la imputación de Ron y de la madre de Rose, Marie-Charlotte Renault, no es una prioridad y pidió tiempo para proceder con cautela en una investigación que definió como "compleja".
Marie-Charlotte Renault no denunció la desaparición de la niña y aparentemente no volvió a preguntar a su pareja por ella, después de que éste le dijera que la había enviado a una institución francesa, tras cometer el crimen.
Según medios locales, los padres de la menor, de nacionalidad francesa, se casaron antes de cumplir los veinte años en su país natal, donde nació la pequeña.
La pareja visitó después Israel, donde la madre de Rose conoció a su suegro israelí, del que se enamoró, y posteriormente decidió abandonar al padre de la niña para quedarse a vivir en el país.
Rose regresó entonces con su padre a Francia, pero la madre logró su custodia tras enterarse de que su ex pareja descuidaba su educación e incluso abusaba de ella.
La niña se trasladó así a Israel en diciembre pasado para vivir con su progenitora y su abuelo.
La pequeña Rose tenía dificultades para comunicarse con su nueva familia y mostraba problemas de comportamiento, como defecarse encima o golpearse la cabeza contra la pared, y de expresión oral.
