TEHERÁN.- El enviado de Irán en el OIEA, Ali-Asghar Soltanieh, ha señalado que el informe de esta institución difundido ayer demuestra que Irán no se ha desviado de sus actividades nucleares pacíficas, informó hoy la agencia oficial iraní IRNA.
En una entrevista anoche a IRNA, el representante iraní en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que "incluso si el director del OIEA (Muhamad el Baradei) informara sobre Irán diez años después, emitiría el mismo mensaje de que no hay pruebas de ningún desvío de Irán de sus actividades nucleares a militares".
De esta forma, Soltanieh reaccionaba a la difusión de un informe del OIEA que ha expresado su preocupación por la falta de progresos en la investigación de los aspectos más delicados del programa nuclear de Irán.
En cuanto a los "supuestos estudios," el representante iraní apuntó que, tal y como se ha anunciado, "para resolver los asuntos pendientes sobre una base de compromiso," su país y el OIEA han acordado un plan de acción.
Los denominados "supuestos estudios" alegan que Irán ha estado diseñando misiles con cuerpos de reingreso en la atmósfera, efectuado investigaciones secretas centradas en el procesamiento de uranio y experimentado con explosivos de gran potencia, necesarios para desencadenar la reacción en cadena de una explosión nuclear.
Irán asegura que la documentación de inteligencia presentada por EE.UU. y otros países al OIEA es falsa, algo que los inspectores tratan de comprobar desde hace varios meses, en vano hasta ahora.
En ese sentido, "tengo que decir que debido a las trabas, problemas e intromisiones de EE.UU. en los asuntos internos del OIEA, éste no ha podido entregar la documentación pertinente según el plazo acordado," denunció el enviado iraní.
Y añadió que "Irán ha demostrado basándose en las observaciones realizadas que constan de 117 folios de respuestas verificadas que las acusaciones de Washington relacionadas con el ordenador portátil interceptado son totalmente falsas".
Precisamente, tras la publicación del informe, EE.UU. advirtió de que Irán podría afrontar posibles nuevas sanciones si no suspende su programa de enriquecimiento de uranio.