MIAMI.- El Presidente boliviano Evo Morales debe permitir una mediación internacional creíble que evite una confrontación más grave con la oposición, o corre el riesgo de desatar una guerra civil en el país, dijo el académico boliviano Eduardo Gamarra.
"La paz o la guerra están en estos momentos en las manos del gobierno de Evo Morales", consideró Gamarra al referirse a la compleja búsqueda de un acuerdo en La Paz que permita salir de la delicada crisis política y social en el país.
"Evo Morales regresó de la reunión de presidentes en Chile fortalecido por el apoyo recibido y se siente ahora con más derecho para enfrentar a los prefectos (gobernadores) opositores y acusarlos de golpistas o genocidas", dijo Gamarra, académico de la Universidad Internacional de Florida (FIU), y ex director del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe de esa institución.
"Tras la reunión de Unasur, la esperanza es que los presidentes de la región hagan algo y formen una comision internacional independiente, sería importante la intervención de Chile y Colombia, que investigue los hechos de Pando y abra la puerta a una mediación sudamericana que colabore con la reconciliación nacional", señaló Gamarra.
El experto dijo que en las actuales circunstancias de confrontación la actitud acusatoria del gobierno genera fuertes reacciones de los grupos más extremos de la oposición.
"Definitivamente, Morales se arriesga a desatar una guerra civil en el país", advirtió el académico boliviano radicado en Estados Unidos y director en Miami de la consultora Newlink.
El gobierno boliviano y la oposición intentaban este martes lograr un acuerdo con las bases de una futura negociación para descomprimir la violenta crisis que ya dejó al menos 18 muertos en el país.
Las posiciones de ambas partes parecían irreductibles tras la detención del prefecto de Pando, el opositor Leopoldo Fernández, investigado por una matanza en su distrito tras un enfrentamiento entre opositores y defensores del oficialismo.
Prefectos de la oposición consideraron que la detención de Fernández es una "ruptura unilateral" del diálogo con el gobierno.
"Lo que pasó en Pando fue un enfrentamiento por haber mandado a campesinos armados a enfrentarse a paramilitares de parte del prefecto", consideró Gamarra.
"El patrón ha sido el mismo en los últimos años. El Presidente ha mandado a estos grupos armados a Cochabamba, a Sucre y a los prebiscitos en Santa Cruz. Son grupos bolivarianos considerados por el gobierno como movimientos sociales, y financiados por (el Presidente venezolano Hugo) Chávez y Evo Morales", continuó.
En relación a la acusación que Bolivia hace a Washington sobre una conspiración para un golpe de Estado en ese país, Gamarra expresó que "el problema con Estados Unidos en la situación boliviana no es que está haciendo algo, sino al contrario, que no ha hecho absolutamente nada" para colaborar en evitar esta crisis, apuntó.