PUERTO PRÍNCIPE.- Los daños provocados por la temporada ciclónica al sector agrícola de Haití amenazan con profundizar la crisis alimentaria, advirtió hoy el gobierno, al estimar que las inundaciones destruyeron la tercera parte de la producción de arroz.
"El sector agrícola, uno de los más afectados por las catástrofes naturales, demanda de manera inmediata la puesta en marcha de iniciativas que frenen la crisis alimentaria" que había comenzado en abril, indicó el ministro de Agricultura, Jonas Gué.
Antes de que la actual temporada ciclónica destruyera los sembradíos y provocara la muerte de al menos 326 personas, Haití vivió en abril pasado una crisis política debido a la de escasez de alimentos, que puso fin al gobierno del entonces primer ministro Jacques Edouard Alexis.
Gué detalló que además de la urgencia de llevar alimentos básicos y agua a los cerca de un millón de damnificados, el país requiere con urgencia recapitalizar las zonas agrícolas para reactivar la producción en los próximos años.
Mientras Gué considera indispensable invertir de urgencia 90 millones de gourdes (unos 2,5 millones de dólares) en el campo, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó en un informe que se requieren 108 millones de dólares de ayuda a Haití, el país más pobre del continente, tras el paso de los huracanes.
De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Agricultura, las inundaciones destruyeron al menos la tercera parte de los arrozales, de donde cada año se cosechan unas 60.000 toneladas del cereal.
Sólo en el valle del río Artibonito, donde se concentran las tierras dedicadas a la producción de arroz, unas 10.000 hectáreas de tierras cultivables permanecen bajo el agua, luego de 10 días del paso del más reciente huracán el pasado 6 de septiembre.
Según el ministerio de Interior, el paso de los huracanes "Gustav" y "Ike" y las tormentas "Fay" y "Hanna", en las últimas cuatro semanas, dejaron 326 muertes, 186 heridos y 170.015 familias (entre 800.000 y un millón de personas) damnificadas.
Desde la semana pasada, organismos no gubernamentales nacionales y extranjeros y soldados de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) trabajan en la distribución de alimentos, agua y ropa enviada como ayuda humanitaria por diferentes países.
En Gonaives, 150 kilómetros al norte de la capital y en donde los huracanes dejaron los mayores daños, "hemos distribuido comida a más de 20.000 personas", indicó este martes Joel Boutroue, representante del PNUD, al reconocer que aún falta mucha ayuda.
Según la Dirección de Protección Civil, sólo en Gonaives, donde el 90 por ciento de la ciudad quedó inundada, unas 200.000 personas quedaron damnificadas.