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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 19:07
CARACAS.- El gobierno de Venezuela dijo hoy que "deplora los desatinados comentarios" del vicecanciller de Chile Alberto Van Klaveren, en contra de la expulsión del director de Human Right Watch (HRW), el chileno José Miguel Vivanco.
En un comunicado, la cancillería señaló que "resulta particularmente escandaloso" que Van Klareven califique de luchador por los derechos humanos "a este alto ejecutivo, asalariado por una organización que recibe financiamiento del gobierno estadounidense".
La expulsión de Vivanco ha provocado diversas reacciones en Chile, donde se ha cuestionado el proceder del gobierno de Hugo Chávez en este caso.
Vivanco fue expulsado el viernes de Caracas junto a su asesor, el estadounidense Daniel Wilkinson, con quien había presentado el jueves pasado un severo informe de HRW sobre la situación de los derechos humanos y la debilidad de la democracia en Venezuela bajo el gobierno de Chávez, a causa de la toma del poder judicial y de prácticas discriminatorias hacia los derechos civiles y sindicales.
Van Klareven consideró "lamentable" la expulsión de Vivanco y anunció que se pedirían explicaciones a Caracas por la medida.
El gobierno venezolano alegó que Vivanco "agredió" a las instituciones y se entrometió en asuntos internos.
"Quien desde la capital del imperio estadounidense se dedica a torpedear y a perturbar las corrientes de democratización y liberación populares que atraviesan nuestro continente, no merece ser llamado latinoamericano ni pisar la patria del Libertador Simón Bolívar", añadió el texto.
La cancillería reiteró que "no tolerará intromisión ni injerencia alguna en sus asuntos internos de parte de extranjeros que transiten por su territorio, menos aún cuando ésta provenga de títeres del gobierno de los Estados Unidos".
Asimismo, insistió en que Washington "con sus mentiras e injurias, pretende perturbar el proceso democrático que adelanta el pueblo venezolano".
En su documento "Una década de Chávez", el organismo internacional de derechos humanos con sede en Washington afirmó que Chávez "copó" la corte suprema incorporando 12 magistrados que le son afectos para garantizar decisiones favorables.
