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Gobierno alemán negocia para conseguir liberación de turistas en Egipto

Las autoridades egipcias creen que los rehenes fueron trasladados a Sudán.

23 de Septiembre de 2008 | 09:05 | EFE

EL CAIRO.- El Gobierno alemán está negociando con los secuestradores de 11 turistas europeos y ocho ciudadanos egipcios para conseguir su liberación, señalaron hoy fuentes oficiales egipcias.


"El embajador alemán en El Cairo me ha dicho que su gobierno continúa las negociaciones con los secuestradores", explicó el ministro de Turismo egipcio, Zuhair Garana.


Garana apuntó, además, que el embajador germano le ha asegurado que su gobierno "está realizando los máximos esfuerzos para liberar a los rehenes tan pronto como sea posible".


El ministro egipcio no aclaró si el Ejecutivo de su país interviene en esas conversaciones.


Los turistas secuestrados son cinco alemanes, cinco italianos y un rumano. También fueron capturados ocho egipcios, entre guías, choferes y un agente de seguridad, que acompañaban al grupo cuando fue apresado el viernes en el extremo suroccidental de Egipto.


Con anterioridad, Garana había apuntado que los captores habían pedido un rescate a cambio de la liberación de los rehenes, aunque no especificó la cantidad solicitada.


Según el diario gubernamental egipcio "Al Ahram", los secuestradores han solicitado ocho millones de dólares, mientras que otros periódicos como los opositores "Al Wafd" o "Al Doustour" indicaron que la cantidad asciende a 15 millones de dólares.


Asimismo, Garana desmintió las informaciones procedentes de algunos medios de comunicación que hoy señalaban que los secuestradores han amenazado con matar a sus rehenes si trataban de localizar su ubicación con aviones.


Las autoridades egipcias creen que los rehenes fueron trasladados a Sudán.


Todos ellos fueron capturados por cuatro hombres armados y encapuchados, en una zona desértica de Egipto, llamada Gilf al Kabir, cerca de la frontera con Sudán y Libia.


Aunque los hechos ocurrieron el viernes pasado no se conocieron hasta ayer, cuando el dueño de la agencia de turismo dio cuenta del secuestro en una primera llamada telefónica a su esposa.