WASHINGTON.- El secretario de Justicia estadounidense, Robert Mukasey, firmó este viernes nuevas directrices para operaciones del FBI destinadas a proteger mejor el país de ataques terroristas, aunque generan preocupaciones entre algunos legisladores y grupos de derechos civiles.
"Estas nuevas reglas son más uniformes, claras, y más simples para las operaciones del FBI, deben permitir al FBI convertirse, entre otras cosas, en un colector de conocimientos más flexible y experto", aseguraron en un comunicado común Mukasey y el director del FBI, Robert Mueller.
"Desde los ataques del 11 de septiembre (de 2001, en Nueva York y Washington) el FBI y el Departamento de Justicia (...) reorganizaron sus actividades para prevenir futuros ataques terroristas contra el pueblo estadounidense", indica el documento.
Las nuevas regulaciones -la versión original levantó fuertes críticas por parte de congresistas el mes pasado- comprende cinco áreas de la agencia federal de inteligencia estadounidense, incluyendo criminalística, seguridad nacional e inteligencia exterior.
Mukasey dijo que la mayoría de las nuevas normas "estarán disponibles al público (...) El público en general tendrá en un simple documento, acceso a los procedimientos generales del FBI".
Pero a pesar de las garantías del fiscal de que las nuevas directrices "reflejan las consultas con el Congreso y con grupos de libertades civiles y de protección de la privacidad", no se han disipado todas las preocupaciones sobre el efecto de la nueva normativa en los derechos civiles.
Según el presidente del comité judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, el texto expande los poderes de vigilancia del FBI.
"El fiscal general está otra vez dándole al FBI amplios poderes para vigilar y usar otras técnicas de investigación invasivas para los estadounidenses sin pedir (...) siquiera una aprobación de los supervisores del FBI", señaló Leahy en el comunicado.
La unión de libertades civiles estadounidense, que había pedido una investigación de la primera versión del texto, indicó que las nuevas normas aún "permiten que la raza o los antecedentes étnicos de una persona sean un factor para abrir una investigación".