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Familia demanda al gobierno por US$10 millones en Uruguay

Debido a que sus hijos no estaban vacunados a causa de un problema congénito que los hizo intolerantes a las inyecciones, les negaron el derecho a le educación básica durante once años, por lo que decidieron demandar.

04 de Octubre de 2008 | 17:13 | AFP

MONTEVIDEO.- Una familia uruguaya, a cuyos hijos no se  permitió permanecer en la enseñanza pública durante 11 años, entre 1994 y 2005,  por no estar vacunados, demandó al Estado por 10 millones de dólares, infoman  este sábado medios locales.

La familia demandante Borgogno-Arce afirma que durante todo ese tiempo se violaron sus derechos, se los obligó a exiliarse en Argentina y se atentó  contra su vida al intentar obligarlos a recibir vacunas, cuando físicamente n o  toleran las inoculaciones por problemas congénitos, según determinaron los  médicos, quienes les recomendaron llevar una vida naturista.

Las autoridades de la enseñanza pública uruguaya no aceptaron los  certificados médicos que los eximían del programa de vacunación, obligatorio en  Uruguay, y los consideró "un foco infeccioso potencial".

La madre, Susana Arce, se encargó de la educación de sus hijos en su casa,  pues ella es maestra, indicó el mayor de los varones, Nahel Borgogno, de 24  años, a radio El Espectador.

En 2005 el Instituto Pasteur apoyó a la familia, el Ministerio de Salud  Pública de Uruguay aceptó los certificados de los médicos de la familia, y les  permitió el acceso a la educación, agregó.


Nahuel Borgogno dijo a la emisora que la demanda por 10 millones de dólares  es contra las autoridades de la enseñanza y el Ministerio de Salud Pública por  "la violación de los derechos humanos de una forma continua y reiterada durante  un lapso de 11 años", hasta que asumieron las nuevas autoridades de la Salud  con el gobierno de izquierda de Tabaré Vázquez, en marzo de 2005.

"Se dio paso a la exoneración de vacunas a través de una constancia médica  y se nos entregó los certificados y esquema de vacunación donde consta esta  situación de hipersensibilidad que tenemos hacia las proteínas y otros  elementos presentes en las vacunas", explicó.

"Pudimos recuperar los derechos, pero quedó todo un lapso (...) donde quedó  una violación muy grande a diversos derechos civiles y derechos humanos como  fue el tema de la educación, el deporte, la salud, la asistencia social",  prosiguó Nahuel Borgogno.


En 1997 "tuvimos que irnos (a Buenos Aires) porque nos querían vacunar por  la fuerza y las indicaciones médicas nos decían que podríamos sufrir un  problema grave", agregó.

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