Valdés regresará a Santiago para informar a la Presidenta chilena, Michelle Bachelet.
EFELA PAZ.- El representante de Unasur Juan Gabriel Valdés dijo que a pesar de no haberse firmado un acuerdo, el diálogo que buscaba salidas a la prolongada crisis política en Bolivia no fue un fracaso, y destacó los avances y la predisposición de las partes.
"Es lamentable que no se haya logrado acuerdos, pero hay avances", dijo hoy el ex canciller chileno. "No hemos visto fracaso, hemos visto un gran avance en las aproximaciones de las posiciones, eso debería ser valorado", acotó.
Valdés y el delegado de la OEA, Dante Caputo, fueron veedores de las negociaciones que iniciaron hace dos semanas el gobierno de Evo Morales y los prefectos (gobernadores) opositores, para buscar un pacto de reconciliación nacional tras los violentos disturbios en cuatro regiones autonomistas en contra del gobierno que dejaron 15 muertos en septiembre.
Valdés regresará a Santiago para informar a la Mandataria chilena, Michelle Bachelet, presidente temporal de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La batalla política ahora se trasladará al Congreso Nacional donde las fuerzas entre el oficialismo y la oposición están divididas. El gobierno se propone aprobar una ley de convocatoria a referendo para dirimir el proyecto constitucional que impulsa Morales.
Campesinos, indígenas y sindicatos afines al gobierno anunciaron el 13 de octubre el inicio de una marcha hacia La Paz para "cercar al Congreso" y presionar por la aprobación del referendo constitucional.
En el pasado otro cerco oficialista al Legislativo impidió a los opositores participar de las sesiones y el oficialismo pudo aprobar normas con su sola mayoría.
La aprobación del referendo constitucional requiere de dos tercios de voto de los legisladores presentes en la sesión. La Cámara de Diputados está dominada por los diputados y el Senado por la oposición.
El presidente del Senado, el opositor Oscar Ortiz, anunció que si hay cerco lo denunciará ante la OEA, mientras que el líder autonomista de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, dijo que sería una violación del acuerdo de Unasur que en su respaldo al gobierno de Morales ha pedido "el respeto a la institucionalidad".
Los avances más importantes están en la demanda autonomista que enarbolan los opositores. El gobierno aceptó un órgano legislativo regional y hubo acuerdo en gran parte de la delimitación de las futuras competencias, dijo el ministro de Desarrollo Rural, Carlos Romero.
El portavoz de los gobernadores autonomistas, Mario Cossío, admitió que la principal divergencia se centra en la imposibilidad de abrir el debate sobre la nueva Constitución en otros asuntos aparte de la cuestión autonómica.
El centro de la divergencia ya no está tanto en las autonomías, sino en la nueva Constitución con la que Morales quiere "refundar" Bolivia. El texto propone la reelección presidencial y los opositores alegan que no representa el sentir de todos los bolivianos.