KABUL.- Un atentado con bomba en la provincia de Uruzgán, sur de Afganistán, dejó hoy al menos nueve civiles muertos, entre ellos tres niños, y otros seis heridos, informó el jefe de la policía provincial, Yuma Gul Hemat.
El ataque, producido con un artefacto detonado a distancia contra el autobús donde se encontraban las víctimas, es obra de "enemigos de Afganistán", aseguró Hemat. Las autoridades afganas suelen utilizar esa expresión para referirse a combatientes extremistas talibán.
En tanto, miembros de esa milicia islamista lincharon a un soldado del Ejército afgano en la provincia de Wardak, al oeste de Kabul, según el portavoz del gobierno provincial, Adam Jan Serat. Los atacantes sacaron de su vivienda al efectivo y lo colgaron de un árbol.
Otro alto funcionario de la provincia sureña de Kandahar perdió la vida hoy al recibir un disparo cuando se dirigía a su oficina en un automóvil, informaron autoridades locales, que también atribuyeron a los talibán el ataque.
Fuentes policiales añadieron que seis insurgentes murieron en enfrentamientos librados en la provincia de Badghis, noroeste del país, después de haber atacado un convoy que transportaba víveres.
Otros cinco rebeldes perdieron la vida en la provincia de Ghazni, sureste, informó el Ejército estadounidense. Entre los abatidos se encuentra un líder de la insurgencia que era objeto de la operación. El Ejército añadió que un efectivo de la coalición murió anoche en un atentado con bomba.