WASHINGTON.- El estado de Texas ejecutó ayer a un convicto de 57 años, condenado por un triple asesinato cometido en 1984.
Alvin Kelly fue ejecutado por inyección letal en la prisión estatal de Huntsville y declarado muerto a las 23.30, informó la portavoz del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Michelle Lyons.
En mayo de 1984 los cuerpos de Jerry y Brenda Morgan y de su bebé de 18 meses fueron hallados en su hogar de Longview, Texas. Su auto y varias armas habían sido sustraídas, pero la Policía no encontró el arma utilizada para los asesinatos.
Siete años después, la ex esposa de Kelly lo delató como responsable del triple homicidio. El hombre, que cumplía entonces una pena de 30 años de prisión por un asesinato anterior, fue llevado a nuevo juicio y sentenciado a la pena capital en 1991.
Hasta su muerte, Kelly mantuvo su declaración de inocencia sobre los asesinatos de la familia Morgan.
