MONTEVIDEO.- La fábrica de celulosa instalada por la empresa Botnia en Uruguay, que motiva un diferendo entre el gobierno de este país y el de Argentina, no contaminó por encima de los niveles permitidos en sus primeros meses de actividad, según un informe de una universidad argentina conocido hoy en Montevideo.
Ese estudio ambiental, del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires para la municipalidad de Gualeguaychú, no detectó cambios significativos en el aire en zonas cercanas a la planta, antes y después de su puesta en funcionamiento.
Esta planta de la empresa finlandesa Botnia, que se construyó entre 2005 y 2007 en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, vecina de la argentina Gualeguaychú, empezó a producir celulosa en noviembre de ese último año en medio de un áspero diferendo entre los gobiernos de ambos países rioplatenses que se mantiene hasta hoy.
Las mediciones ambientales fueron hechas entre el 4 de septiembre de 2007 y el 13 de enero de 2008, en cuatro puntos cercanos a la fábrica.
"En ninguna de las fechas en las que se dispone información y en ninguno de los emplazamientos en los que se han realizado mediciones de calidad de aire se han superado las normas existentes de orden nacional o internacional", concluye la investigación, presentada hoy como "confidencial" por el diario "El País" de Montevideo.
El diferendo bilateral en torno a la planta de Botnia derivó en un arbitraje en la Corte Internacional de Justicia -con sede en La Haya- que está en curso.
Además, desde hace más de tres años pobladores de Gualeguaychú mantienen interrumpido el paso sobre el puente internacional que une a los dos países sobre el compartido río Uruguay, como protesta.
El gobierno argentino acusa a las autoridades uruguayas de haber habilitado la construcción de esa fábrica sin su consentimiento, lo cual es requerido conforme con los estatutos del río Uruguay. También alega riesgos ambientales para la zona donde está emplazada.
Uruguay rechaza eso y sostiene que Botnia utiliza los equipos más avanzados, lo que acota los posibles riesgos para el medio ambiente.
