EFE
BAGDAD.- Miles de partidarios del clérigo radical chiita Moqtada Sadr se manifestaron el sábado en Bagdad contra la ocupación estadounidense y para denunciar un proyecto de acuerdo sobre la presencia militar norteamericana en Irak después del 31 de diciembre.
Los miembros del principal movimiento antiestadounidense en Irak salieron de su bastión de Ciudad Sadr, en el noreste de Bagdad, y caminaron hacia la plaza de Mustansiriya, comprobaron periodistas de la AFP.
Otros participantes, que venían de barrios chiitas como Shaab y Jadamiya, se unieron al grueso de la marcha -en la que también hubo muchos participantes llegados de las provincias chiitas del sur de Irak- en la plaza de Mustansiriya.
Al final de la marcha, los participantes quemaron la bandera estadounidense, así como imágenes del presidente, George W. Bush, y de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Un portavoz del ministerio del Interior iraquí no pudo dar una estimación del número de manifestantes.
En una declaración escrita distribuida durante la manifestación, Moqtada Sadr hizo un llamamiento a los diputados iraquíes para que no ratifiquen, en el momento en que les sea presentado, el proyecto de acuerdo sobre la futura presencia de los soldados estadounidenses en Irak.
"Ellos (los responsables del gobierno, ndlr) dirán que el documento concluye la ocupación, pero en realidad los ocupantes se quedarán.
Dirán que este texto otorga la soberanía (a Irak), pero mienten", añadió en su documento Moqtada Sadr, presuntamente refugiado en Irán.
La manifestación se produjo mientras los responsables estadounidenses e iraquíes finalizan un acuerdo que fijará el marco jurídico de la presencia estadounidense en Irak después del 31 de diciembre, fecha en que expira el mandato dado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El secretario estadounidense de Defensa Robert Gates empezó el jueves a consultar al Congreso sobre un proyecto de acuerdo, que también examina Bagdad.
A este respecto, el jefe de la diplomacia iraquí, Hoshyar Zebari, consideró el sábado que ha llegado el momento de "tomar una decisión" sobre la presencia militar norteamericana en Irak después de 2008.
"Es el momento (para Washington y Bagdad) de tomar una decisión.
Los próximos días tendrán una importancia crucial", declaró el ministro iraquí de Relaciones Exteriores en una conferencia de prensa en Bagdad.
"Ayer (viernes) hubo una reunión importante de consejo político de la seguridad nacional y los dos equipos negociadores presentaron un texto final" para el acuerdo, añadió Zebari, al resaltar que "será difícil modificar" ese texto y que "el Parlamento sólo podrá ratificarlo o rechazarlo", aseguró.
El canciller iraquí también subrayó que se trata de "un acuerdo provisional de tres años" que "no ratifica bases" militares estadounidenses permanentes en Irak.
Las negociaciones entre estadounidenses e iraquíes comenzaron en febrero y debían haber terminado a finales de julio.
Sin embargo, la complejidad de los temas y las divergencias -especialmente sobre el calendario de la retirada de las tropas estadounidenses y la inmunidad de los soldados nortemericanos destacados en Irak- han retrasado la redacción del acuerdo.
Según este último, divulgado en parte por la prensa estadounidense del sábado, Irak tendrá el "derecho prioritario de ejercer su jurisdicción" en caso de "crímenes graves y premeditados (...) cometidos fuera de instalaciones y zonas determinadas y de los tiempos de misión".
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, reconoció el 10 de octubre que el tema de la inmunidad sigue siendo un "problema" pese a las "enormes concesiones" hechas por Washington.