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Demócratas buscan solidez en el Congreso

Expertos creen que la batalla entre los dos poderes (Ejecutivo y Legislativo) podría hacer fracasar otros proyectos de ley.

18 de Octubre de 2008 | 18:05 | AFP

WASHINGTON.- Los demócratas, mayoritarios en el Congreso de Estados Unidos desde 2006, están en posición de fuerza para arrancar nuevos escaños a los republicanos en las elecciones generales del 4 de noviembre y concentrar un poco más de poder en sus manos.


Los 435 escaños de la Cámara de Representantes así como 35 de los 100 escaños del Senado están en juego este año.


Como para la elección presidencial, que se llevará a cabo el mismo día, el avance de los demócratas está vinculado a las inquietudes de los votantes en materia económica y a la impopularidad del Presidente George W. Bush y del Partido Republicano en general.


Según el analista Stuart Rothenberg, los demócratas tienen la oportunidad de alcanzar la mayoría de 60 escaños en el Senado.


Esta cifra representa el piso mínimo para impedir a la Oposición utilizar el método de obstrucción sistemática llamado "filibuster", un procedimiento que da a los senadores el derecho de bloquear o demorar votaciones.


Pero las opiniones están divididas. John Pitney, profesor de ciencias políticas en el McKenna College en Claremont sostiene que los demócratas no alcanzarán este número mágico.


Actualmente, los demócratas tienen 49 escaños, igual que los republicanos, pero dos senadores independientes votan generalmente con los demócratas.


En la Cámara de Representantes, la ganancia de los demócratas podrían ser de al menos veinte escaños, según Rothenberg. Esa cámara cuenta en estos momentos con 235 demócratas y 199 republicanos.


"Con una mayoría de 60 escaños en el Senado, y con una mayoría más amplia en la Cámara, los demócratas pueden hacer casi todo lo que quieran, si están unidos", según John Pitney.


Pero semejante poder no sólo consigna ventajas.


"Si las cosas no despegan en los dos próximos años, los demócratas no tendrán a nadie a quien echarle el fardo", observa Pitney.


Si el Presidente electo el 4 de noviembre es el demócrata Barack Obama, la mayoría aplastante de los demócratas en el Congreso lo ayudará a aprobar sus reformas, como la de la protección de la salud.


Sin embargo, en el sistema político norteamericano, el poder legislativo es independiente del ejecutivo y los miembros del Congreso pueden oponerse a su Presidente incluso si pertenece al mismo bando político.


Si el republicano John McCain es elegido el 4 de noviembre, tendrá a priori una oposición todavía más fuerte.


El Congreso podría oponerse por ejemplo a la permanencia de las tropas estadounidenses en Iraq.


La batalla entre los dos poderes (Ejecutivo y Legislativo) podría hacer fracasar otros proyectos de ley, una perspectiva delicada en tiempos de crisis económica.


La última vez que uno de los dos partidos obtuvo la mayoría de 60 escaños en el Senado se remonta a 1976, cuando los demócratas obtuvieron 62; y tenían asimismo una mayoría de dos tercios en la Cámara.


Pero el Presidente Jimmy Carter se vio a menudo en conflicto con el Congreso, lo cual le impidió imponer reformas profundas.

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