Presidente de Ecuador critica Plan Colombia

QUITO.-— El presidente Rafael Correa aseguró el jueves que para hacer frente a la “locura” e “irracionalidad” del Plan Colombia, el gobierno ecuatoriano está empeñado en desarrollar el sector productivo de la zona fronteriza de este país en el marco del denominado Plan Ecuador.

A través del Plan Colombia esa nación busca erradicar los cultivos de coca en su territorio, pero las acciones militares y de fumigación que se ejecutan han traspasado en múltiples ocasiones el límite con Ecuador.

“A las balas, a la represión, a la locura, a la irracionalidad, al Plan Colombia, el Plan Ecuador le va a responder con desarrollo, con justicia, con bienestar (...) con producción, con empleo, con educación, con salud, y así construiremos una patria que debe ser sobre todo de los más pobres y aquellos que como ustedes viven en zona de frontera”, dijo Correa.

En una visita a la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con Colombia, el mandatario afirmó que “creemos que la paz no se construye con bombas, con helicópteros, con misiles, con metralletas; sino al contrario, se construye con desarrollo y con oportunidades, es el deber del Plan Ecuador”.

“Es cierto que esta es la zona problemática, conflictiva, con violencia, por los problemas que tienen nuestros hermanos colombianos, pero es deber del Estado llegar acá”, aseveró.

Correa señaló que su gobierno busca cambiar “toda esa equivocada visón del desarrollo nacional ... para que la zona fronteriza tenga mejores servicios ... y a través de esa forma tengamos la mejor protección (limítrofe)”.

Manifestó que el objetivo de su gobierno es tener fronteras “seguras, prosperas, dignas (y) altivas... un concepto de seguridad llamado seguridad humana”.

Correa dijo que busca evitar la política de asistencialismo y caridad de gobiernos extranjeros en la zona fronteriza. En ese y otros sectores de la frontera, Estados Unidos adelanta proyectos comunitarios.

El Plan Ecuador impulsa la producción, con fines de exportación, de cacao y café de alta calidad, con los pobladores fronterizos como protagonistas de tales iniciativas.

Ambos países comparten alrededor de 640 kilómetros de frontera, la cual se extiende desde el océano Pacífico, pasando por la zona andina hasta terminar en la amazonia.