SAO PAULO.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, negó hoy que su Gobierno pretenda nacionalizar bancos o regalarles dinero para ayudarlos a superar la actual crisis financiera.
El mandatario aclaró que una alternativa que se baraja es comprar acciones de instituciones financieras en problemas y después venderlas.
En declaraciones que concedió a periodistas tras votar en la segunda vuelta de las elecciones municipales brasileñas, el jefe de Estado dijo que la ayuda no será extendida a empresas que perdieron dinero especulando.
Lula se refirió así a las polémicas medidas anunciadas por su Gobierno el miércoles pasado para hacer frente a la crisis financiera, que permitirán en un futuro al Estado adquirir bancos con problemas de liquidez.
"Nadie pretende nacionalizar bancos ni vamos a regalarle dinero a los bancos", afirmó el mandatario.
Así como han hecho el Reino Unido y Francia, Brasil también pretende, "en lugar de darle dinero a los bancos sin garantía, comprar acciones de esos bancos y, en la hora en que se recuperen, vendérselas a ese mismo banco", indicó Lula.
"Tampoco está previsto darle dinero a bancos o a empresas que apostaron en ganar dinero fácil y transformaron la economía real en un casino. No les vamos a dar dinero del Estado que guardamos con tanta delicadeza", aseguró.
Las empresas que más sufren con la actual crisis financiera son las que hicieron operaciones confiando en que el real se mantendría apreciado frente al dólar y, tras la fuerte depreciación de la moneda brasileña, ahora tendrán que asumir millonarios perjuicios.
"Estamos colocando crédito a disposición, bien sea disminuyendo el encaje bancario o permitiendo a los bancos usar más recursos, porque consideramos que falta crédito", dijo el mandatario al referirse a las medidas destinadas a aumentar la liquidez en el mercado.
"También estamos tomando cuidados para regar con crédito al sector de la construcción y a las pequeñas empresas", agregó.
Adelantó que mañana se reunirá nuevamente con su ministro de Hacienda, Guido Mantega, y con el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, para discutir la forma de ofrecer crédito a otros sectores económicos que también están enfrentando problemas por la crisis financiera."Vamos a ver qué sectores necesitan crédito para que se lo podamos ofrecer.
Tenemos recursos para eso,” sostuvo Lula. El gobernante espera que las medidas adoptadas por Estados Unidos y por los países de la Unión Europea tengan resultados lo más rápido posible, para evitar una recesión que puede afectar a las exportaciones de todo el mundo.
La ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff, también aclaró hoy aspectos del decreto que permite al Estado adquirir bancos en problemas.
"Son medidas que permiten que el Gobierno, en caso de que sea necesario, utilice un conjunto de prácticas para prevenir la crisis", afirmó.
La ministra, que calificó al principio la crisis como una pequeña gripe, admitió ahora que es de "proporciones gigantescas", aunque alegó que algunos países emergentes como Brasil tienen actualmente mejores condiciones para superar este tipo de problemas.