DAMASCO.- Helicópteros estadounidenses lanzaron un ataque inusual ayer a territorio sirio cerca de la frontera con Irak, matando a ocho personas en un golpe que el Gobierno de Damasco condenó como una “agresión grave”.
Un oficial militar estadounidense dijo que la redada efectuada por fuerzas especiales tuvo como blanco la red de combatientes extranjeros que pasa a través de Siria y se introduce a Irak.
Los norteamericanos no han podido desarticular la red en la zona porque los militares no tienen acceso a las autoridades sirias debido a las tensas relaciones bilaterales entre Washington y Damasco.
“Estamos actuando por nuestra cuenta”, dijo el oficial a condición de guardar el anonimato, debido a lo políticamente delicado de las redadas transfronterizas.
Un comunicado del Gobierno de Siria dijo que el ataque se registró en la Granja Sukkariye, cerca de la población de Abu Kamal, a unos ocho kilómetros dentro de territorio sirio. Cuatro helicópteros atacaron un edificio civil en construcción, disparándole a los trabajadores en el interior poco antes de la puesta del sol, señaló el texto.
El Gobierno dijo que entre los muertos había civiles, entre ellos cuatro niños.
Un residente del cercano poblado de Hwije indicó que algunos de los helicópteros aterrizaron y de ellos descendieron soldados que dispararon a un edificio. Dijo que las aeronaves volaron a lo largo del río Eufrates hasta el área de granjas y varias fábricas de ladrillos. El testigo pidió guardar el anonimato debido a lo delicado de la información.
La cancillería siria manifestó que convocó a los encargados de negocios de Estados Unidos e Irak para protestar por el ataque.
“Siria condena esta agresión y responsabiliza a las fuerzas estadounidenses por este ataque y todas sus repercusiones. Siria también exhorta al gobierno iraquí a asumir sus responsabilidades y lanzar de inmediato una investigación de esta grave violación, y a evitar que el territorio iraquí sea empleado para agredir a Siria”, afirmó el comunicado gubernamental.
La zona está cerca de la ciudad fronteriza iraquí de Qaim, que ha sido un punto principal de cruce de insurgentes, armas y dinero que entra a Irak para financiar a milicianos suníes.
Insurgentes iraquíes tomaron el control de Qaim en abril del 2005, e infantes de la marina estadounidense lograron recapturar la ciudad tras un mes de lucha. El área se volvió más segura después de que tribus suníes en la región Anbar se rebelaron contra al-Qaida a fines del 2006 y se unieron a los estadounidenses.