LA PAZ.- El Presidente Evo Morales suspendió este sábado todas las actividades en Bolivia de la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos), a la que acusó de haber promovido un "golpe civil" en septiembre en cinco de los nueve departamentos del país, que dejó 19 muertos.
"A partir de hoy día se suspende de manera indefinida cualquier actividad de la DEA norteamericana", afirmó el gobernante, desde el poblado cocalero de Chimoré, en el Chapare boliviano, centro del país, donde informó de los resultados de la erradicación de coca y lucha contra el narcotráfico.
Morales dijo que "personal de la DEA apoyó actividades del golpe de Estado fallido en Bolivia" en referencia a las violentas protestas que realizaron en septiembre pasado autoridades en las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca.
"Tenemos la obligación de defender la dignidad y soberanía del pueblo boliviano", afirmó el mandatario desde el aeropuerto de Chimoré, donde opera un cuartel antidrogas que fue financiado por EE.UU. en la década del 90, sin precisar si luego ordenará la salida de la DEA del país.
El gobernante, quien ordenó en septiembre la expulsión del embajador de EE.UU., Philip Goldberg, ya recibió solicitudes de campesinos del Chapare para expulsar del país a personal de la DEA.
Sindicatos de labriegos del Chapare -donde está la mayor producción de coca de Bolivia- primero forzaron la salida del programa de apoyo USAID en julio y a la DEA en septiembre, asegurando que desde las dos oficinas se realizaba labor política en contra del régimen de La Paz.
"Lamento informar que en los últimos días, en los últimos meses que la DEA de Estados Unidos ha tenido participación política, significa su participacion en una conspiración contra el gobierno nacional", acotó el mandatario.
El jueves pasado la embajada de Estados Unidos en Bolivia negó que la DEA y USAID realizaran una labor política en este país, según dijo el encargado de negocios, Kris Urs.
Estados Unidos y Bolivia tienen enormes diferencias sobre el combate contra las drogas, lo cual podría llevar a que Washington retire las preferencias arancelarias que otorga a La Paz en el marco de la ATPDEA, que favorece a los países que colaboran en la lucha contra el narcotráfico.