LA PAZ.- El Gobierno del Presidente Evo Morales presentó este jueves documentos y recortes de prensa en que, dijo, se respalda la decisión de suspender las actividades de esta oficina antidrogas de Estados Unidos en Bolivia acusada de injerencia política y de proteger al narcotráfico.
Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia, presentó en una conferencia de prensa en el presidencial Palacio Quemado de La Paz una serie de documentos y recortes de prensa que consideró "datos objetivos" con los que "nuestro Presidente ha tomado la decisión de suspender todas las actividades de la DEA".
El funcionario señaló que Morales está dispuesto a presentar al nuevo Mandatario de Estados Unidos todas esas pruebas "para demostrar la ilegalidad, el abuso, la prepotencia de la DEA en Bolivia".
"Se acabó el ciclo de la impunidad, del abuso y la prepotencia. En la década del '90 la DEA se acostumbró a sobornar a policías, a violar derechos humanos, encubrió asesinatos, destruyó caminos, puentes. Impidió las actividades económicas de los cocaleros", explicó.
Mostró documentos que dijo pertenecen a los propios organismos antidrogras bolivianos que dan cuenta de operativos de la DEA "bajo la modalidad militar" en actividades que no le corresponden y en prerrogativas que nadie le dio en Bolivia.
También exhibió informes de varios jefes policiales que comandaron la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico que pidieron en la década del '90 la expulsión de los agentes de la DEA "por abuso y violación de derechos humanos e intervención militar en una violación flagrante a la soberanía boliviana".
El ministro de la presidencia ratificó las denuncias hechas horas antes por el Presidente Morales en contra de los agentes de la DEA en dos casos sonados de narcotráfico no resueltos aún y de "fomentar" el narcotráfico.
Para justificar esa afirmación Morales dijo que en un operativo en 1986 en el Parque Nacional Huanchaca (noroeste), se descubrió la factoría más grande de cocaína, que -según el Gobernante- "estaba bajo la protección de la DEA".
Autoridades de Estados Unidos han negado cualquier actividad política en Bolivia y rechazado las acusaciones del Gobierno de La Paz.
