MEXICO.- No hay evidencias de atentado o sabotaje en el accidente aéreo en el que murieron el ministro de Gobernación mexicano, Juan Camilo Mouriño, y otras 13 personas, pero sí hay pruebas de una insuficiente preparación de los pilotos, dijo hoy el secretario de Transporte.
"La investigación no ha producido hasta el momento evidencia alguna de sabotaje o atentado (...) Tenemos evidencia preliminar de que la tripulación no estaba suficientemente familiarizada con la operación del Learjet 45", la clase de avión que se estrelló, informó en rueda de prensa el secretario de Comunicaciones y Transportes mexicano, Luis Téllez.
El funcionario dijo que están estudiando el modo en que los pilotos obtuvieron su certificado de capacidad para el manejo de la aeronave.
Al presentar un informe preliminar del accidente, Téllez definió como una "hipótesis sólida" la posibilidad de que el aparato se descontrolara por volar demasiado cerca de las turbulencias que dejaba un avión más pesado, también próximo a aterrizar en el aeropuerto internacional de Ciudad de México.
"El avión entró en una turbulencia que sorprendió a los tripulantes y que el piloto atribuyó a la estela del avión que lo precedió. En segundos la situación empeoró y el piloto recurrió al copiloto, que tenía más experiencia. Éste trató de asumir el control pero no tuvo tiempo suficiente", afirmó el secretario.
Estas turbulencias de estela "resultan más peligrosas durante la aproximación final y el aterrizaje", consideró.
El avión en el que viajaba el número dos del gobierno se desplazaba a una distancia de 4,15 millas náuticas respecto a la aeronave que le precedía, cuando las normas internacionales fijan "una distancia mínima de 5 millas náuticas", dijo Téllez.
"Los tripulantes realizaron una maniobra que buscaba enderezar la nave pero el acelerado descenso los llevó a estrellarse en tierra", describió.
Los comentarios registrados por la grabadora de voz apoyarían también esta hipótesis, según el secretario, quien mostró en esta larga comparecencia el fragmento final del dramático diálogo en la cabina.
Téllez reiteró que los expertos, incluidos estadounidenses y británicos, no hallaron rastros de explosivos entre los restos del avión, que se estrelló el pasado 4 de noviembre en pleno centro de Ciudad de México.
En el accidente fallecieron nueve personas que viajaban a bordo del avión que se precipitó cerca de una transitada avenida capitalina, entre ellos Mouriño y varios colaboradores, y otras cinco que estaban en tierra.
