BAGDAD.- Seguidores del clérigo chiita Muqtada al-Sadr, que se oponen a la presencia de tropa de Estados Unidos en Irak, pisotearon y quemaron hoy una imagen del Presidente estadounidense, George W. Bush, durante una protesta por un pacto de seguridad entre Washington y Bagdad que permitiría a los soldados de la nación ocupante quedarse otros tres años en el país.
Cantando y agitando banderas, millares de personas se concentraron en una plaza del centro de Bagdad, donde marines de Estados Unidos derribaron una estatua de Saddam Hussein durante la invasión de 2003.
En la protesta de hoy, la efigie de Bush fue colocada en el mismo pedestal donde había sido emplazada la estatua de Saddam, y luego de plegarias religiosas los manifestantes le lanzaron botellas de plástico y sandalias. La imagen cayó al suelo y varios manifestantes saltaron encima antes de incendiarla.
"Esta multitud demuestra que la oposición" al pacto de seguridad, "no es insignificante", dijo Salah al-Obeidi, un vocero de al-Sadr. "El Parlamento cometerá un grave error si la ignora", añadió.
Enemigos del pacto consideran que éste significa rendir el país a los intereses norteamericanos. El Primer Ministro Nuri al-Maliki, un chiita, ha dicho en cambio que el pacto permitirá a Irak recuperar algún día su plena soberanía.
La zona donde se realizó la demostración fue cerrada al tránsito. Soldados iraquíes rodearon el área con vehículos blindados Humvees. También los sadristas contaban con guardias de seguridad, que revisaron a los feligreses antes de permitirles ingresar a la plaza.
El Parlamento de Irak debe votar la semana próxima por el plan. Pero tanto la oposición de los sadristas como de otros grupos en el parlamento de 275 escaños indica que, inclusive si es aprobado, el acuerdo seguirá siendo un elemento de división, e inclusive, de lucha entre facciones.
"El gobierno debe saber que Estados Unidos no nos servirá de nada pues es el enemigo del islam", dijo al-Sadr en un sermón que leyó su representante, el jeque Abdul-Hadi al-Mohamadaui.