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Singapur no firmará Convención que prohíbe bombas de racimo

El gobierno del país asiático considera que el acuerdo es difícil de aplicar, porque muchos países ven la necesidad de usar ese tipo de armamento para defenderse.

26 de Noviembre de 2008 | 12:42 | AFP

SINGAPUR.- Singapur no firmará la Convención internacional que prohíbe las bombas de racimo, pero ha impuesto una moratoria indefinida sobre sus exportaciones, dijeron hoy fuentes oficiales.


Más de 100 naciones han adoptado la Convención sobre las bombas de racimo y deben firmarlo en Oslo la próxima semana.


La "Convención sobre las bombas racimo", elaborado en mayo en Dublín al cabo de intensas negociaciones entre 111 países, prevé prohibir la utilización, la puesta a punto y el almacenamiento de este tipo de armamento letal.


Singapur dijo que una prohibición de las bombas de racimo es difícil de aplicar porque muchos países ven la necesidad de usarlas para defenderse, según un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores.


La Convención será formalmente firmada en una ceremonia prevista en Oslo el 3 de diciembre, antes de la ratificación por parte de los países firmantes.


Las bombas racimo fueron concebidas para dispersar o liberar municiones explosivas, y se presentan como contenedores que se abren después de ser arrojados y se expanden en un centenar de pequeñas bombas.


Entre 5% y 30% de ellas no explotan al impactar en el suelo y amenazan a las poblaciones de los países "contaminados" como Laos, Bosnia, Irak, Afganistán o Líbano.


En Oslo, la Coalición de 300 ONG’s contra las bombas de racimo estimó que Estados Unidos, actualmente hostil a la prohibición de ese tipo de armamentos, se sumará probablemente a la Convención bajo la Presidencia de Barack Obama.


"Esperamos que las cosas cambien en Estados Unidos a partir del 20 de enero", cuando se posesione Obama, declaró Thomas Nash, coordinador internacional de la Coalición contra las bombas de racimo.


Un centenar de países, entre ellos Francia y Gran Bretaña, deben firmar formalmente el 3 de diciembre en Oslo un tratado para la prohibición total de esas bombas negociado en mayo en Dublín, pero debilitado por la ausencia de los grandes productores como Estados Unidos, Rusia, China e Israel.