PRAGA.- El Senado de la República Checa aprobó hoy los acuerdos sobre el establecimiento de un radar antimisiles estadounidense en suelo checo, que Praga quiere que forme parte del sistema de defensa de la OTAN.
También se aprobaron las condiciones del personal militar y civil que operará dicho dispositivo de defensa, orientado a neutralizar un ataque de tipo nuclear, químico o bacteriológico lanzado desde Oriente Medio o Extremo Oriente.
Votaron a favor de ambas propuestas 49 de los 81 legisladores presentes, mientras que 32 lo hicieron en contra.
La iniciativa contó con el apoyo de los senadores del Ejecutivo de coalición de centro derecha -integrado por conservadores, democristianos y verdes- y por los miembros del grupo mixto, y sólo la rechazó la oposición socialdemócrata y comunista.
Estos acuerdos tienen ahora que ser aprobados por la Cámara baja, donde el Gobierno de Mirek Topolanek carece de mayoría, y por el presidente del país, Vaclav Klaus.
En los acuerdos adoptados por los senadores se incluye la obligación de Washington de proteger a la República Checa, a través de este sistema antimisiles, ante un posible ataque con cohetes balísticos.
Los estadounidenses, en tanto, se reservan la competencia exclusiva sobre el gobierno y la dirección de las operaciones de defensa antimisiles realizadas con el radar, aunque deberán informar a la parte checa acerca de su utilización en la zona de la Alianza Atlántica.