MUMBAI.- El ministro Indio del Interior y el Consejero de Seguridad Nacional dimitieron el domingo tras los ataques que dejaron al menos 172 muertos en Mumbai, mientras la investigación apuntaba cada vez más a un grupo islamista radicado en Pakistán y que lucha contra la soberanía india en Cachemira.
El ministro del Interior indio, Shivraj Patil, renunció diciendo que se sentía en la obligación de asumir la "responsabilidad moral" por los atentados, lo mismo hizo el Consejero de Seguridad Nacional, M.K. Narayanan.
La célula de crisis del Estado de Maharashtra redujo la cifra inicial de 195 muertos, por un "doble recuento" en los hospitales. Entre los fallecidos figuran 28 extranjeros, incluida una mexicana.
Al anochecer del domingo, cientos de personas se congregaron para recordar a las víctimas de los ataques en el paseo marítimo de Mumbai, una zona donde destaca uno de los hoteles atacados.
Al mismo tiempo, la investigación se orientaba cada vez más al grupo islamista Lashkar-e-Taiba, uno de los movimientos islamistas clandestinos paquistanía que luchan contra la "ocupación" india de Cachemira y la persecusión que, según ellos, la minoría musulmana en India.
Nueva Delhi enncara suspender el proceso de paz con Islamabad a consecuencia de los atentados, según la agencia de prensa india PTI, que cita varias fuentes según las cuales "una serie de encuentros a alto nivel van a realizarse en los próximos días para tomar una decisión".
Todos los asaltantes que participaron en los ataques procedían de Pakistán, afirmó este lunes el viceministro del Interior indio, entrevistado por la BBC, confirmando así las declaraciones del único atacante detenido en Bombay.
"Los terroristas que fueron muertos en los enfrentamientos de Mumbai en los últimos días era oriundos de Pakistán", declaró Shakeel Ahmad.
En plena escalada de tensión entre India y Pakistán, ambos potencias nucleares, el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, pidió a Nueva Delhi que no "exagere" en su reacción y se refirió a informaciones logradas por India y Estados Unidos en torno al origen de los ataques. Según estas informaciones, los autores de la masacre podrían ser miembros del grupo pakistaní Lashkar e Taiba.
Esa organización, que lucha contra el control de Nueva Delhi sobre parte de la región de Cachemira, reclamada en su totalidad por India y Pakistán, organizó el asalto en 2001 del Parlamento indio, una acción que puso a ambos países al borde de la guerra.
Según la prensa india, el único asaltante que sobrevivió en Mumbai, Ajmal Amir Kamal, de 21 años, identificó a todos los demás como ciudadanos paquistaníes entrenados por Lashkar-e-Taiba.
Kamal, de quien una cámara captó una imagen vestido con una camiseta de la firma italiana Versace, era interrogados en Mumbai, según la prensa.
Responsables de los servicios de inteligencia estadounidenses declararon a la AFP que estaban apareciendo pruebas de que Lashkar-e-Taiba podría estar detrás de los atentados.
El ministro de Relaciones Exteriores indio, Pranab Mujerjee, apuntó a la responsabilidad de "elementos en Pakistán".
Otro de los islamistas atacantes, que participó en el asalto contra el centro judío de Nariman House en Mumbai, sugirió que la situación de los musulmanes en la Cachemira india era uno de los principales motivos.
"¿Son ustedes conscientes de cuánta gente ha muerto en Cachemira?", dijo por teléfono el asaltante a un canal de televisión, expresándose en urdu, lengua oficial en Pakistán. Poco después el hombre murió en la incursión que lanzaron las fuerzas especiales indias.
Pakistán, que libró dos guerras con India por el control de Cachemira en 1947-48 y 1965, negó rápidamente todo vínculo con los atentados.
Zardari advirtió que los islamistas "buscaban una reacción" y prometió actuar rápidamente y del modo "más estricto" si se revela que algún individuo o grupo responsable de los ataques se encuentra en Pakistán.
Lashkar-e-Taiba, que actuaba abiertamente en Pakistán hasta que fue ilegalizado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, negó estar implicado en los ataques de Mumbai.
Unos doce asaltantes lanzaron una serie de ataques coordinados el miércoles en la capital financiera de India, dividiéndose en grupos y atacando varios objetivos, entre ellos dos hoteles de lujo, una estación de tren, un hospital, un restaurante y un centro judío.
Las fuerzas de seguridad sólo retomaron el pleno control de la situación 60 horas después, al matar a los tres últimos asaltantes atrincherados con rehenes en el hotel Taj Mahal.
Los asaltantes de los dos hoteles no tuvieron en ningún momento la intención de negociar, según el jefe de las fuerzas especiales indias.
Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña, que figuran entre las nacionalidades de los extranjeros fallecidos, ofrecieron su ayuda a India en la investigación.