TOKIO/WASHINGTON.- Fabricantes de autos y camiones pusieron hoy un freno a sus planes de producción en India y Sudamérica, en una señal de que las ventas en los mercados emergentes no compensarán la depresión en los países desarrollados.
Mientras las estadounidenses General Motors
Por su parte, la china Chery Automobile dijo que ya no conversa con Chrysler para vender autos compactos bajo la marca estadounidense en Sudamérica.
Durante mucho tiempo las automotrices estadounidenses consideraron a los mercados emergentes su meta a largo plazo.
Según reportes, Ford habría estado negociando en noviembre la venta de su unidad de autos Volvo a Chongqing Changan Automobile, el brazo que cotiza en bolsa de Changan Automobile Group y con el que fabrica el Focus.
Más lento
Nissan Motor y Renault dijeron que la fabrica que planeaban emprender en conjunto en India comenzará a operar en el primer semestre del 2010, como fue programado, pero con un turno menos que lo proyectado, aunque mantuvieron la meta de 400.000 autos en el 2015.
"Aún queremos empezar en el 2010 pero el inicio será más lento que lo programado originalmente debido a la crisis financiera y económica mundial", comentó un portavoz de Renault
Ambas firmas, que todavía tienen un rol pequeño en el mercado indio, tienen una amplia variedad de proyectos, desde autos de pasajeros hasta vehículos comerciales, con los que quieren alcanzar a líderes del mercado, como Maruti Suzuki India Ltd
Nissan también retrasará por seis meses el inicio de la producción de camionetas comerciales con la india Ashok Leyland Ltd
En India, el cuarto mayor mercado de vehículos comerciales, se esperaba que crecería
la demanda de camiones ya que el gobierno mejora caminos e invierte en infraestructura.
Pero la desaceleración económica resultó en una falta de liquidez y un fuerte retroceso en la construcción, que en meses recientes ha golpeado a la demanda.
Las ventas de camiones pesados de Ashok Leyland, el segundo mayor fabricante de colectivos y camiones de India, se hundieron un 67 por ciento en noviembre, y las de Tata descendieron hasta un 60 por ciento.
Ambas ha intentado no acumular inventarios, para lo que Tata cerró plantas por hasta seis días.