OTAN advierte sobre dificultades contra la piratería

VALPARAÍSO.- Hombres armados con fusiles AK-47 y lanzagranadas RPG-7 que infestan el Golfo de Aden en lanchas rápidas tienen en jaque una estratégica ruta comercial africana que conecta a Europa y Asia.

Los piratas somalíes han atacado el 2008 nada menos que un centenar de navíos, logrando en algunos casos secuestrar un gigantesco petrolero y un buque cargado con tanques.

La gravedad de la situación está presionando al alza los precios de los seguros para las compañías navieras, al punto que algunos operadores de transporte marítimo estarían evaluando que sus naves eviten la ruta del Golfo de Aden y el Canal de Suez, para dar la vuelta al Cabo de Buena Esperanza.

Aunque la situación podría parecer lejana para Chile, de hecho no lo es. Como reveló en la reciente Exponaval el vicepresidente ejecutivo de la Compañía Sudamericana de Vapores, Arturo Claro, tan sólo el martes (2 de diciembre) de la semana pasada un barco de la compañía sufrió un intento de secuestro armado por parte de piratas en esa misma zona. Afortunadamente, el incidente, con disparos de por medio, no pasó a mayores.

También el buque escuela “Esmeralda” tomó medidas especiales de protección cuando navegó por esas aguas durante este último crucero de instrucción que terminó ayer.

Sin embargo, las armadas occidentales no se han quedado cruzadas de brazos para enfrentar a los piratas somalíes, que este año han obtenido entre 25 y 30 millones de dólares en rescates, de acuerdo a las Naciones Unidas.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desplegó en principio cuatro naves de guerra para proteger los convoyes con ayuda humanitaria que llegan a la zona. La operación lanzada en respuesta a una solicitud del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fue bautizada “Allied Provider” (Proveedor Aliado).

La misión de la Alianza Atlántica desplegada en el Golfo de Aden, que ahora está por concluir, se encuentra en el área de jurisdicción del vicealmirante Maurizio Geminagni, comandante de las fuerzas navales de la OTAN de Europa del Sur.

De visita en Valparaíso, donde participó en la Exponaval, el oficial italiano de Alianza Atlántica, que está basado en Nápoles, explicó los alcances de la misión que le ha tocado supervisar y también entregó su visión sobre las soluciones a este fenómeno criminal de la piratería.

-¿Qué está haciendo la OTAN en estos momentos para combatir la piratería en el Golfo de Aden. Entiendo que tan sólo el martes (2 de diciembre) el destructor italiano "Luigi Durand de la Penne", adscrito a la Alianza, evitó un ataque coordinado de lanchas piratas contra cinco buques mercantes, al interponerse entre los atacantes y los cargueros.

“La primera misión es brindar seguridad a los barcos con cargamentos del Programa Mundial de Alimentos que salen de Mombasa (Kenia), hacia distintos puertos de Somalia. Después nuestra tarea es patrullar la zona del Golfo de Aden y tomar las medidas necesarias para disuadir la piratería ahí. Eso lo hacemos con nuestras unidades, pero también en coordinación con naves en el área de armadas de otros países, como es el caso de India y Rusia”.

-La OTAN envió a fines de octubre cuatro navíos -británico, griego, italiano y turco- a patrullar frente a las costas de Somalia. ¿Tienen previsto enviar nuevas unidades?

“Hoy tenemos sólo dos buques de combate en el área. No tenemos planes de mandar más embarcaciones por ahora, eso es seguro. Ya estamos muy cerca de concluir nuestra operación, que fue planeada hasta el 20 de diciembre. Estimo que seremos capaces de mantener esa fecha. A lo más nos demoraremos unos tres o cuatro días extras”.

-¿Cuántos intentos de ataques de piratas ha confrontado la misión de la OTAN en este período?

“No lo puedo precisar, sólo puedo recordar algunas actividades relacionadas con la piratería en el Golfo de Aden y la forma cómo las enfrentamos con nuestras unidades en la primera parte de nuestra operación. En la segunda parte de nuestra operación, en las últimas dos o tres semanas, ha habido intentos que hemos enfrentado como lo hicimos con el “Durand de La Penne” y otras unidades de la fuerza de tareas”.

-Este año los ataques han sido particularmente intensos, ¿prevé que el tema tenga una solución para el 2009?

“Una solución real debe pasar por una acción coordinada diferente en el campo marítimo y terrestre. Veo muy difícil que se pueda entregar una solución completa operando sólo desde el lado marítimo”.

-Armadores y navieras están pidiendo medidas más duras como un bloqueo naval en torno a las costas de Somalia o incluso una acción terrestre de una fuerza guiada por la ONU. ¿Cuál es su opinión?

“Sobre el bloqueo, creo que tomaría un número muy grande de fuerzas navales, sería un número tan grande de unidades de combate que no creo que pueda ser conseguido realmente. Sobre otras medidas destinadas a entregar una solución final al tema la verdad no me puedo referir”.