MENA.- Más de dos millones de musulmanes que participan en el peregrinaje haj, iniciaron hoy la etapa final de los rituales visitando la Gran Mezquita de La Meca y apedreando una vez más las paredes que representan al diablo.
Por tercer día consecutivo, los peregrinos lanzaron piedras en el Puente Jamarat, en el valle de Mena fuera de la ciudad sagrada de La Meca, que en el pasado fue escenario de numerosas estampidas, entre ellas una que dejó 362 muertos en 2006.
En años anteriores, el haj también se vio interrumpido por mortales incendios, colapsos de hoteles, y choques entre la policía y manifestantes. Este año, una mayor seguridad y control de la multitud aparentemente dio sus dividendos, aunque de todos modos hubo algunas fallas.
"Dios hace las cosas fáciles", dijo Mohammad Mousa, maestro egipcio y padre de dos hijos, empujando un cochecito de gemelos.
Arabia Saudita, lugar de nacimiento del Islam y sede de sus sitios más sagrados, erigió un masivo edificio de cuatro pisos con varias plataformas desde donde se pueden lanzar piedras a tres muros, en el antiguo ritual que marca la historia del profeta Ibrahim -el Abraham bíblico- en La Meca y el rechazo a la tentación.
El puente sin terminar ahora se parece a un gran edificio con aire acondicionado del tamaño de una gran terminal de aeropuerto. También se hicieron refacciones en la Gran Mezquita de La Meca.
Las autoridades pidieron a los peregrinos que lanzaran sus piedras en cualquier momento del día y no sólo durante la tarde, como insistían los clérigos sauditas en el pasado.
Las veredas estaban llenas de peregrinos que rezaban, dormían, comían, se cepillaban los dientes o charlaban antes de iniciar el ritual del apedreo a la tarde.
A pesar de que hubo más controles, algunas personas lograron participar de haj sin permisos oficiales e improvisar campos al costado de la ruta, que en peregrinaciones anteriores colmaron la capacidad del lugar.
"Dormir en el pavimento está prohibido. Hermanos, padres, peregrinos, por favor, tomen un ómnibus o caminen hasta las carpas", repetían policías a los peregrinos por alto parlantes.
Al menos 2,4 millones de fieles de todo el mundo llegaron a La Meca este año, entre ellos un récord de 1,72 millones de peregrinos del exterior, según informó la prensa saudita.
Arabia Saudita otorga visas de haj a los países de acuerdo a estrictas cuotas, pero luego de las expansiones ha aumentado el número. Todo musulmán adulto que esté en condiciones físicas y económicas de hacer el viaje, debe participar de la peregrinación al menos una vez en su vida.