CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI expresó su "preocupación” por la "magnitud global" del gasto militar actual y afirmó que en un mundo global sólo se construye la paz si se asegura un crecimiento razonable, "ya que las tergiversaciones de los sistemas injustos antes o después pasan factura a todos".
Así lo afirmó el Pontífice en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2009 y que fue presentado hoy en el Vaticano por el cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz.
El lema del mensaje es "Combatir la pobreza, construir la paz" y en el mismo el Pontífice indicó que la pobreza se encuentra entre los factores que favorecen o agravan los conflictos y las guerras.
El Obispo de Roma señaló que la desigualdad entre ricos y pobres se ha hecho más evidente en los últimos años, incluso entre las naciones más desarrolladas, y que las condiciones en las que se encuentra un gran número de personas son tales que "ofenden" su dignidad y comprometen el progreso de la comunidad mundial.
"Las tergiversaciones de los sistemas injustos antes o después pasan factura a todos. Únicamente la necedad puede inducir a construir una casa dorada, pero rodeada de desierto o degradación. Por sí sola, la globalización es incapaz de construir la paz, más aún, genera en muchos casos divisiones y conflictos", aseguró el Papa.
Benedicto XVI se refirió a la relación entre el desarme y el desarrollo, al crecimiento demográfico, a las enfermedades pandémicas y a la crisis alimentaria.
Sobre el desarme y el desarrollo denunció que "es preocupante la magnitud global del gasto militar en la actualidad", ya que los "ingentes" recursos materiales y humanos empleados en gastos militares y armamento se sustraen a los proyectos de desarrollo de los pueblos.
"Un incremento excesivo del gasto militar corre el riesgo de acelerar la carrera de armamentos, que provoca bolsas de desarrollo y de desesperación, transformándose en factor de inestabilidad, tensión y conflictos", afirmó el Papa, que invitó a los estados a "reflexionar" sobre los motivos de los conflictos, "a menudo avivados por la injusticia".
Respecto al crecimiento demográfico, el Papa manifestó que "se dice" que influye en la pobreza de los pueblos y que en base a ello se realizan campañas para reducir la natalidad, "con métodos que no respetan la dignidad de la mujer, ni el derecho de los cónyuges a elegir responsablemente el número de hijos".
Benedicto XVI denunció el "exterminio de millones de niños no nacidos en nombre de la lucha contra la pobreza" e insistió en que existen recursos para resolver el problema de la indigencia, incluso con un crecimiento de la población.
Sobre las enfermedades pandémicas dijo que afectan a los sectores productivos de la población, y en referencia al sida afirmó que es difícil combatirlo "si no se afrontan los problemas morales con los que está relacionada la difusión del virus".
Respecto a la crisis alimentaria, el Pontífice señaló que se caracteriza no tanto por la insuficiencia de alimentos como por la dificultad para obtenerlo y por fenómenos especulativos.
El Papa hizo un llamado para que todos los países, especialmente los africanos, tengan las mismas posibilidades de acceso al mercado mundial, evitando exclusiones y marginaciones.
Benedicto XVI señaló también que la crisis financiera actual ha puesto en evidencia "un sistema de intercambios basado en una lógica a muy corto plazo" y que la actividad financiera "está guiada por criterios meramente referenciales, sin consideración del bien común a largo plazo".