WASHINGTON.- El Presidente electo de EE.UU., Barack Obama, aseguró hoy que ni él ni nadie en su equipo está implicado en el escándalo de corrupción en torno al gobernador de Illinois, Rod Blagojevich.
Blagojevich fue detenido el martes, y quedó en libertad bajo fianza, tras ser acusado de intentar "vender" al mejor postor el escaño como senador por Illinois que dejó libre Obama.
La ley del estado indica que compete al gobernador nombrar un sustituto si un senador abandona su cargo antes de agotar su mandato.
Ante las insistentes preguntas de los periodistas, Obama aseguró que no ha tenido contacto alguno con Blagojevich acerca del escaño y que tiene "toda la confianza del mundo" en que nadie de su personal ha mantenido tampoco acercamientos con la oficina del gobernador sobre el asunto.
Obama prometió que en los próximos días se reunirán todos los datos sobre posibles contactos de su personal y la oficina del gobernador, y se harán públicos para demostrar que no se ha tratado en absoluto lo concerniente al escaño.
El gobernador fue detenido después de que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) interviniera sus conversaciones y se le grabara afirmando que no decidiría sobre el escaño "a cambio de una jodida nada".
Según el futuro Mandatario, la transcripción de las conversaciones pone de manifiesto que Blagojevich "no nos consideraba susceptibles de llegar a un acuerdo".
En la transcripción, el gobernador se refiere al Presidente electo con una serie de insultos y términos denigrantes.
Según apuntó Obama, si su equipo se hubiera rebajado a tratar con el gobernador sobre la adjudicación del escaño, "hubiera representado una violación de todo aquello por lo que hemos luchado en esta campaña electoral, y no es así como nos comportamos".
El Presidente electo reiteró su llamado de los últimos días para que Blagojevich, que ayer se reincorporó a su oficina, presente su dimisión.
"Bajo estas circunstancias, el gobernador no puede seguir sirviendo como debe a la gente de Illinois", sostuvo Obama, quien aseguró que se siente "tan decepcionado y asqueado como el que más" acerca del caso.
Según recordó, "los escaños del Senado no le pertenecen a nadie para hacer negocio con ellos", sino que deben recaer en la persona más cualificada para servir a la comunidad que representan.
El fiscal que investiga el caso de corrupción, Patrick Fitzgerald, ha insistido en que el Presidente electo no está relacionado ni tenía conocimiento de las maniobras de Blagojevich.
Además de Blagojevich también quedó detenido su jefe de gabinete, John Harris, acusado asimismo de corrupción.
Según la acusación, el gobernador habría conspirado para "vender o canjear" el escaño del Senado por "beneficios financieros o de otro tipo", para provecho propio o de su esposa, Patty.