ROMA.- Las fuertes lluvias que vuelven a caer desde hoy sobre Roma han hecho activar de nuevo la alerta ante una nueva crecida del río Tíber, que atraviesa la capital italiana, y que podría provocar desbordamientos en algunos puntos.
Aunque la situación por el momento está tranquila debido a que el nivel del agua bajó durante el fin de semana, aseguraron hoy las autoridades romanas.
No obstante, el cuerpo de bomberos y la protección civil se han activado desde primeras horas de la mañana para monitorizar el curso del Tíber y su afluente, el Aniene, ante posibles peligrosas crecidas.
Mientras se intenta retirar las dos barcazas que obstruyen dos de los arcos del puente de Sant'Angelo, tras ser empujadas por la fuerte corriente, y que podrían ser un peligro en caso de crecida.
Durante el fin de semana, se consiguió retirar otro barco que obstruía uno de los arcos mediante el uso de explosivos.
La Policía continúa la búsqueda de un irlandés de 27 años, que cayó al Tíber en la noche del viernes cuando, según una primera reconstrucción, intentaba tomar una fotografía desde un árbol y bajo los efectos del alcohol.