MIAMI.- Un hombre se declaró culpable en Florida de estafar millones de dólares por medio de un plan ilegal de inversiones denominado Ponzi, tras prometer a los inversores rendimientos anuales de entre el 18 y el 36 por ciento, informó ayer la Fiscalía Federal del distrito sur.
Andrés Leonel Pimstein se declaró culpable de los doce cargos de fraude que pesaban en su contra por desarrollar el esquema Ponzi y estafar a "amigos, familiares, individuos y corporaciones de EE.UU. para invertir" en un plan ilegal de inversiones, señaló la Fiscalía en un comunicado.
El esquema Ponzi es un sistema piramidal de inversión que promete altos rendimientos sin un negocio real que lo respalde, pues son extraídos de las aportaciones realizadas por posteriores inversores y de esa forma los últimos en llegar pagan los intereses de los primeros.
En el momento que dejan de entrar nuevos inversores, el sistema se queda sin liquidez y los antiguos inversores dejan de percibir las cantidades que les corresponden.
Pimstein consiguió que las víctimas invirtieran en un negocio de venta de artículos electrónicos a la empresa Ripley Corp. S.A., una cadena de tiendas radicada en Chile.
"Él prometía a los potenciales inversores rendimientos de entre el 18 y el 36 por ciento que les serían pagados semanal, quincenal o mensualmente"", indicó la Fiscalía en un comunicado.
Además, Pimstein ofreció a algunos de los inversionistas la oportunidad de ganar dinero adicional captando nuevos inversores. "A cambio del pago por comisión, estos inversores formaron corporaciones independientes desde las cuales se solicitaba y recibía los fondos de los nuevos inversores", explicó la Fiscalía.
Sin embargo, el negocio nunca generó beneficios porque Pimstein jamás vendió ningún artículo electrónico a Ripley Corp. de la forma en que se dijo a los inversores.
Para crear la apariencia de beneficio, Pimstein presentó falsos pagarés y facturas para documentar la compra y venta de los artículos electrónicos.
Cuando un nuevo capital llegaba a manos de Pimstein, éste lo desviaba al fondo de otros inversores como rendimiento, pago de intereses y efectivo para los inversores que buscaban retirar su dinero.
En abril de 2008 el esquema se deshizo porque Pimstein no pudo captar suficiente capital nuevo para distribuir los fondos a los inversores según lo establecido.
Los inversores "han sufrido una pérdida de reembolso del capital de unos 23 millones de dólares", según la Fiscalía.