Parlamento de Luxemburgo aprueba norma que legaliza la eutanasia activa

LUXEMBURGO.- El Parlamento de Luxemburgo aprobó hoy una ley para legalizar la eutanasia activa, tras un debate que duró todo el día y fue parcialmente emotivo.

De los 60 legisladores, 31 votaron a favor, 26 en contra y tres se abstuvieron. La mayoría de los parlamentarios que se opusieron a la medida pertenecían al partido en el gobierno, el Partido Cristiano Social (CSV).

En un futuro, un médico en Luxemburgo podrá ayudar a morir a un paciente con una enfermedad incurable, que previamente haya expresado su deseo de dejar de vivir.

En febrero, la ley había sido aprobada por los legisladores, con el respaldo de 30 votos. Tras algunas modificaciones del texto pedidas por el Consejo de Estado, el proyecto fue reenviado al Parlamento para su votación y fue tratado de nuevo en primera lectura.

Ahora, el Consejo de Estado deberá decidir si es necesaria una segunda lectura. Según observadores, esto es posible porque primero debe ser modificada la Constitución.

Luego de que el gran duque de Luxemburgo Henri anunciara que por motivos de consciencia no puede "aprobar" ninguna ley de eutanasia, el papel del Jefe de Estado estará limitado en el futuro al simple "anuncio" de leyes.

El jefe de gobierno de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, rechazó cualquier intromisión del Vaticano. "No acepto ninguna intromisión del Vaticano, pero acepto cuando la Iglesia o la congregación religiosa se pronuncian", dijo.

Tras meses de un debate controvertido, advirtió: "Los que apoyan la ley no son fascistas y los opositores de la propuesta tampoco son reaccionarios clericales".

"Si pudiera votar, votaría en contra, porque tengo miedo", dijo Juncker, quien no tiene mandato de legislador. Él no está seguro si en 20 años se sabrá todavía qué intenciones se perseguían con la legislación. "Si estuviera frente a la pregunta, estaría totalmente solo. Sólo tengo miedo", aseveró.

Los que apoyan el proyecto sobre la eutanasia argumentan que una ley aprobada hoy previamente por unanimidad para mejorar el acceso a la medicina paliativa, no alcanza.

Se debe acordar una ley de ayuda para morir, "aún si la Iglesia y el monarca no quieren", dijo la socialdemócrata Lydie Err.

"Muchas personas al final de sus vidas no están realmente libres para tomar decisiones", advirtió por su parte la cristianosocial Martine Stein-Mergen.