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FBI pide ayuda para enfrentar amenazas contra embajadas de EE.UU.

Una serie de cartas impregnadas de un polvo blanco, simulando un ataque químico, fueron enviadas a diferentes sedes diplomáticas en el mundo.

20 de Diciembre de 2008 | 08:52 | ORBE

NUEVA YORK.- El FBI solicitó  ayuda pública para capturar al presunto responsable del envío  internacional de una serie de cartas impregnadas de polvo  blanco, destinadas a causar el pánico por alarma química en  diferentes misiones diplomáticas estadounidenses en todo el  mundo, entre ellas la Embajada norteamericana en España.


De igual modo, el Servicio de Inspección Postal ofreció una  recompensa de 100 mil dólares por cualquier información que  lleve al arresto y condena del sospechoso, que podría haber  enviado cartas similares a otras 17 embajadas estadounidenses  en Europa y Asia a lo largo de los últimos días, así como a  las oficinas de los gobernadores de 46 estados  norteamericanos, según informa el diario 'The Dallas Morning  News'.


Los sellos de las misivas indican que éstas podrían haber  sido enviadas bien desde Dallas, o bien desde el norte de  Texas, ya que los códigos postales comienzan con las cifras  750 y han sido enrutadas a través del Centro de Procesamiento  de Correos del Norte de Texas, con sede en Coppell.


No  obstante, “no hay forma de situarlas en un lugar concreto",  según indicó la portavoz del Servicio de Inspección Postal,  Amanda McMurrey.


Se sabe que todas las cartas fueron enviadas entre el 4 y el  11 de diciembre. Según informa Europa Press, todas ellas  están impregnadas de un polvo blanco inofensivo y de un  mensaje.


“No está claro qué es lo que dice la nota", señaló  el FBI en un comunicado.


Según el Departamento de Estado, entre las embajadas  amenazadas junto a la española también podrían encontrarse  las de Rumanía, Suiza, Bélgica, Rumanía, Dinamarca, Irlanda,  Luxemburgo, Noruega, Francia, República Checa, Islandia,  Letonia, Italia, Estonia, Países Bajos y Japón.


A pesar de que las cartas son inofensivas, la respuesta  policial supone para el Gobierno un desperdicio de tiempo y  recursos, por lo que es un delito regulado por la ley federal  estadounidense, que podría imponer hasta una sentencia máxima  de 10 años de cárcel por cada misiva enviada.