WASHINGTON.- El presidente electo de Estados Unidos Barack Obama y los demócratas en el Congreso esperan tener listo un plan de reactivación económica de unos 850.000 millones de dólares cuando la Casa Blanca cambie de bando el 20 de enero.
De este modo, la nueva administración tendrá como prioridad la economía. El plan de estímulo será la "principal prioridad de los 100 primeros días del próximo Congreso", que se reúne a inicios de enero, dijo el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer.
La debilidad de la economía a pesar del paquete de 700.000 millones de dólares firmado por el presidente George W. Bush en noviembre es la principal preocupación de los estadounidenses.
"Vemos que, según las evaluaciones de economistas al margen del espectro político, vamos a tener que ser audaces con nuestro plan de recuperación económica", dijo Obama el viernes.
De lo contrario "iremos viendo a nuestra economía proseguir su declive en un lapso bastante rápido. Para mí eso no es aceptable, y no creo que sea aceptable para la población estadounidense", añadió.
Obama se negó a proporcionar una cifra relacionada con el plan pero dijo que pasaría por alto el creciente déficit público hasta que la economía saliera del atolladero y estuviera marchando de nuevo.
Sólo entonces, añadió, llegará el momento de equilibrar el presupuesto. Según los medios estadounidenses, el equipo Obama está preparando un paquete de entre 675 y 775.000 millones en dos años, aunque no se descarta que alcance los 850.000 millones al término del proceso legislativo.