TOKIO.- El emperador de Japón Akihito cumplió 75 años el martes (hora local nipona) prometiendo trabajar para mejorar la familia imperial y resolver los problemas que afectan a la monarquía más antigua del mundo, que parecen estar influyendo en la salud de su jefe.
Akihito -que el próximo año celebrará los 20 años de su ascenso al trono del Crisantemo- canceló la conferencia de prensa anual y una parte de las ceremonias previstas por su cumpleaños.
El emperador -hijo del también emperador Hirohito- sufrió en las últimas semanas irregularidades en la frecuencia del pulso. Los médicos también anunciaron haber descubierto este mes rastros de sangrado en su estómago debido al estrés.
"Siento que estoy mejorando", señaló Akihito en un comunicado que sustituyó a la conferencia de prensa. La nota añadió que el emperador se siente apenado porque "asuntos que conciernen" a su salud y la de su familia "preocupan al pueblo".
"Me gustaría continuar haciendo esfuerzos en favor del país y el pueblo para lograr mejorar la casa imperial", añadió el emperador, que tuvo que suspender parte de los actos previstos por su cumpleaños debido a un resfriado, informó el lunes el Palacio imperial nipón.
En un inusualmente explícito comentario, el jefe de la casa imperial, Shingo Haketa, señaló en diciembre que el emperador ha estado "preocupado durante los pasados años por el futuro de la línea imperial y otros asuntos concernientes a la casa imperial".
La princesa Masako, esposa del príncipe heredero Naruhito, se mantiene alejada de los deberes públicos desde 2003, al parecer por dificultades en adaptarse a la tradición de la casa imperial nipona.
"Dado que la princesa heredera está enferma, es natural que todos los miembros de la familia la apoyen", dijo el emperador en el comunicado emitido con motivo de su cumpleaños.